Costa Vella |
Es el tiempo en que matar un recuerdo
no asombra ni asusta, ni siquiera mueve la cola del perro
Quizá, las gaviotas estén hambrientas de algo más fértil que de simples
cruasáns. ¿Has visto cómo se acercan cuando observas con deleite
una piedra? Esa dispersión, ese evadirse de la nada.
La nada no es definitivamente, ESA piedra.
Vamos, prende el motor.
Querramos el néctar de todo lo invisible.
El corazón es la pila de un mundo en pausa.