miércoles, 31 de agosto de 2022

lunes, 29 de agosto de 2022

As Pontes en chamas

Final do

                                       Final do tanka

                                pintado en dous trazos

dunha soa cor negra

                         xabaril morto no monte

                        cinzas do incendio

Nuria Castro
                       

sábado, 27 de agosto de 2022

Resisto porque existo y

Feminismo salvaje

 


    Y de forma transversal, y no únicamente "antes" pienso... abuelito Descartes. 

lunes, 22 de agosto de 2022

Cuando te vuelves un turista


 Una cosa fea, eso eres cuando te vuelves un turista, una cosa fea, vacía, una cosa estúpida, un trozo de basura que se detiene aquí y allá para mirar esto y probar aquello, y nunca se te ocurrirá que no te soporta la gente que habita el lugar donde acabas de detenerte, que tras puertas cerradas se ríen de tu extrañeza (no te ves como ellos), tu aspecto físico no los complace, tienes malos modales (acostumbran comer sus alimentos con las manos; intentas comer como ellos y te ves ridículo; intentas comer como siempre comes y te ves ridículo), no les gusta cómo hablas (tienes acento), se tiran al suelo de la risa, imitando cómo imaginan que debes verte al satisfacer alguna necesidad corporal. No les gustas. «¡No les gusto!»
En verdad, ese pensamiento nunca se te ocurre. Aun así, te sientes algo incómodo. Aun así, te sientes algo tonto. Aun así, te sientes algo fuera de lugar. Pero la banalidad de tu propia vida es muy real para ti; te empujó a este extremo, a pasar tus días y tus noches acompañado por personas que te desprecian, personas que realmente no te gustan, personas que no querrías tener como vecinos. Y entonces debes dedicarte a descifrar cuánto de lo que te dicen es cierto. (¿Es verdad que aquí es un manjar el vidrio de botella molido con salsa de maní  o acaso hará justo lo que crees que el vidrio de botella molido hará? ¿Ese pescado hocicudo, multicolor y extraño es en verdad un afrodisíaco o te hará dormir permanentemente?) Ah, el trabajo duro que implica todo esto, ¿y acaso es extraño, pues, que al volver a casa sientas la necesidad de un largo descanso, para poder recobrarte de tu vida como turista?

Jamaica Kincaid: Un lugar pequeño, trad. Adalber Salas, Valencia, Pre-Textos, 2021, pp: 18-19.

jueves, 18 de agosto de 2022

La más bella historia de amor jamás contada

Boglárka Virág

 La más bella historia de amor jamás contada

quizás sea que venimos a nacer

ya con nuestro amor secreto.

¿Y si me hubiera amado tanto en el infinito hacia atrás que la mejor manera de estar toda la vida conmigo era nacer en mí...?

Pasar así la vida conmigo

tiene que ser por fuerza

el más puro acto de devoción nunca visto.

¿Y si todo fuera ya maravilloso como es?

                                  Marga Camba

lunes, 15 de agosto de 2022

The magic city


 

Llegué una mañana y me fui por la tarde de ese mismo día, en un puente de avión.

Por ese motivo la aproveché tanto, sabiendo casi con total seguridad, que nunca más volvería allí. Hasta ahora no lo he hecho, pero quién sabe. 

Me encontré con una ciudad de un calor agradable y además cálida y algo lenta. Cálida por la gente, donde escuché más español que inglés, y los adolescentes con sus gorras de raperos o traperos de lado, y sus pantalones blancos caídos hasta lo inimaginable, miraban desde las alturas, pero miraban. Y ese aire tan instaurado de los 50s, y el rosado, sin duda el color principal. Mucho pastel y palmeras. Pero detrás de todo el decó, o más bien, entre medios, me pesa escribir que percibí el decorado. Qué casualidad que justamente sea decó la raíz.

Y más me pesa escribir que lo artificial, la arquitectura naif que impregna la ciudad, es como si ocultara otra realidad,  en esa misma línea de diseño de una elegancia naturalista, pero elaborada a base de capas.

Y que bastaría vivir allí mucho más que un día, para tener el tiempo suficiente de descapar  y finalmente descubrir que no es fascinante para nada lo que se esconde debajo del makeup más chic: otra de las innumerables ramas de la explotación.

miércoles, 10 de agosto de 2022

Lo que el acrónimo esconde

Subido por Haela Storm

                                                

                                                 Tribu excéntrica y refutadora del feminismo

viernes, 5 de agosto de 2022

La señorita Rosita


 

Ella fue la primera persona que me pegó. Yo tenía 6 años y estudiaba en el Colegio de las Monjas de Foz. Que yo recuerde, creo que fue ella. La llamaban pote de pintura de lo mucho que se maquillaba. Y fue tal el shock, que al año siguiente, mi madre decidió pasarme al Grupo, el otro cole del pueblo, donde la religión  se impregnaba de otra manera sin ser desde los poros. Pero al menos se podía correr y vestir como una quisiera. 

Me consta que pegó también a otras, y no ignoro que el tiempo, (al revés de como dicen), casi nunca pasa factura. Tampoco sé si sigue viva. Pero es una verdad perfectamente nítida, que desde aquella bofetada sonora y dolorosa en mi pupitre, me di de bruces contra el mundo como quien nace otra vez, y que el cartón, en lugar de la carne, empezó a predominar. Personas de cartón, situaciones de cartón, buena parte de las cosas que me rodeaban se me hacían como de cartón. Será porque yo misma era también de cartón.

El sabernos inmensamente frágiles ante tales violencias, nos reviste del perpetuo pellejo del cinismo.