jueves, 16 de marzo de 2023

En lo remoto de Islandia


 

El otro día, mientras caminaba a muchos grados bajo cero, de repente, se me saltaron las lágrimas. Sentí que brotaban más allá de mis ojos, que estallaban como chorros desde mi nariz. No sé si debido al frío o a lo sublime de una naturaleza sorprendentemente orgánica y poderosa que en ningún otro lugar de los que viví o visité, había presenciado con tanta vida e intensidad. Y que mana plus ultra de las consecuencias, desde la placenta misma de la Tierra.