La bella plasma la belleza más allá de sí misma Hace unos años, regalé un libro: "Pippi calzaslargas", la pequeña hija de pirata, un libro que siempre soñé con regalar. En la primera o segunda hoja de este libro, destinado a la hija de una amiga querida, escribí un poema. Los versos no eran míos, sino de una autora, de una casi anónima bruja que hasta el momento desconocía. No es fácil escribir versos políticos y desde una postura de discreta amazona. Por lo general caemos (y me incluyo) en el inevitable colchón de lo dicho mil veces y de dos mil veces diferentes, en la lágrima de cocodrilo (como diría una inolvidable profesora de EGB), en aquellos dichos o sermones recalentados que hacen quedar en tan pésima forma al feminismo. M. T D'Antea me maravilló. En severas, llanas y justas palabras lanzó lo que siempre guardé bajo candado en mis terrores de infancia ( incluso me atrevería a decir de panza). Pido a alguna improbable mosca golosa que haya caído de manera fortuita en este café dulce y sin leche, más información sobre dicha creadora. ¿Es poeta, psicóloga (psicoalgo), activista, conspiradora, maga o e-terrorista? ¿Quizá de todo un poco? Urgen pistas... Escucha niña: Cuando te alaben llamándote bella o te humillen llamándote fea, no escuches a nadie. Solo quieren encerrarte en el espejo de una soledad diferente. Tú debes vivir, no agradar. La belleza está dentro de la vida. Cuando te leen Caperucita Roja te quieren mostrar el miedo de escoger, por ti misma el camino. Estate atenta, niña, los verdaderos lobos son aquellos que mataron tu libertad. M.T D'ANTEA |
Muchas gracias por estar
ResponderEliminarGracias a ti Muertevideano!
EliminarLa belleza de las bitácoras se basa en encuentros como este. Dispuesta a colaborar para lo que sea pues veo que compartimos cierta luminosa oscuridad...