By Galia Blanco |
Un día de esos en que ocurren cosas que te
modifican la vida, llegó a mis manos, más bien a mis
sentidos, de manera muy casual, la música singular de
la
mientras que yo estaba en A Coruña. Recuerdo aquella
obsesión que me duró unos cuantos meses, donde quise
saberlo todo sobre tds. Supe que su fascinante
vocalista
se llamaba Mónica Campos y sin pensarlo dos veces le
escribí. Tuve la suerte de que me respondió, deseamos
conocernos en persona y muy recientemente así fue.
No obstante, cada vez que me entran escalofríos cuando
escucho su narrar oscuro en lenguas ignotas (porque en
realidad canta hablando, susurrando... como buena
bruja que es); siento que la conozco desde el estadio en que
añoramos conocer a las personas, es decir, a fondo. Y
ya que
accedió a dialogar conmigo, es un privilegio para mí presentárosla:
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Mónica, supongo que estarás un poco harta
de las
etiquetas, pero si tuvieras que entrar en
alguna, ¿cómo
definirías vuestra música? Porque yo podría
hablar de
horror-electrónica...
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No soy nada buena
definiendo la música de traje porque
tiene bastante
mezcla de estilos (ambiental, atmosférica,
spoken word,...).
Creo que entiendo lo que quieres decir
con
horror-electrónica, y de eso puede haber algo en
«Mima».
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«Mima blanca» ya
es incluso más complicado de etiquetar.
Es un disco
difícil, sinceramente, que pide tiempo.
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«Ciertos animales
de costumbres discretas» tiene mi sonido
preferido, que es
por el que me gustaría que fuera también
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«Ultratumba», más
oscuro, con mucha menos electrónica y
más instrumentos
reales.
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Hace ya bastante tiempo que intentando
elaborar una lista
mental de bandas que admiro y que pese a la
vorágine
mediática, continúan permaneciendo en el
underground, me
quedé como atascada, pues no fue una lista
muy fecunda.
Pero tds entraba definitivamente en ella. No
sé cómo ves
el panorama del underground en Galicia, en
España en
general...
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La verdad es que
no tengo ni idea, Rosanna. De lo que
pasa «en la
escena» no me entero mucho. Casi me vas a
tener que decir
tú...
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De todas maneras,
cuando pienso en bandas underground
pienso en grupos
para los que lo importante tiene que ser
darse toda la
libertad del mundo para componer y tocar lo
que quieren, como
quieren. Sin demasiadas pretensiones
sobre lo que
pueda venir después.
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Que si ventas,
conciertos, críticas, listas, rollos... Creo que
lo bonito de
verdad es intentar transmitir lo que una lleva en
la cabeza,
quedarse, a poder ser, tranquila con el resultado,
y disfrutar luego
de lo mucho o poco que pase después.
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Igual tampoco
tiene mucho sentido esto que digo y, en
general, las
motivaciones de los grupos son más bien otras.
No sé.
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Me consta que Mima y Mima Blanca son
vuestros dos
únicos largos pero que el tercero está a
punto de salir.
¿Tenéis prevista la fecha aproximada?
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Bueno, en esas
estamos. El momento es complicado y, de
hacerse finalmente,
va a llevar tiempo, pero intentaremos
sacar adelante
«Ultratumba» de todas maneras. La música
y la letra hace
tiempo que están, más o menos, escritas.
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Como te decía,
musicalmente la idea es que tenga
instrumentos
reales, pero totalmente modificados,
avanzando desde
el estilo de «Ciertos animales de
costumbres
discretas» y explorando un sonido aún más
oscuro (¡síííí!)
y ambiental-industrial.
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También veo
bastante claro que el disco debería tener un
solo tema con
diferentes momentos, por lo que lo más
seguro es que, al
final, quede un trabajo sin cortes ni
estructuras
típicas de canción, que, además, tendrá la
duración que
tenga, como si son 29 min. Y tendrá bastante
más letra que
cualquiera de nuestros discos anteriores.
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Si bien vuestra música es narcótica, de la
que reafirma el
vacío y deja la mente ida, tus letras
contienen una poesía
que pese a lo manido del término no puede
definirse de otro
modo que no sea como pagana. Y también es
manida la
pregunta: ¿Crees que de no haber sido
gallega, te saldrían
igualmente esas perturbadoras letras? Lo
siento, pero en
ocasiones lo manido saca de muchos apuros.
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Creo que las
letras se pueden enmarcar en un cierto
«oscurantismo de
aldea». Ese aislamiento, el poco contacto
social, las ensoñaciones,
las cualidades mágicas (pero de
magia mojada, de
la que no prende) de los objetos
cotidianos que me
rodeaban de pequeña... Te haces a la
idea si piensas
en las niñas de «Cría cuervos» y «El sur».
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Pero, sobre todo,
diría que en las letras hay mucha,
muchísima
candidez e inocencia frente al caos emocional
provocado por las
relaciones familiares y afectivas.
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Y no lo había
pensado mucho hasta ahora, pero sí, en las
letras de traje
hay bastante de pueblo gallego. El de la
aldea de mi
infancia. Es verdad que, en mi cabeza la luna
como un pelo es
el recuerdo de esa luna en ese punto,
como también lo
son el bosque, el huerto, la tierra caliente...
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Curiosamente, me
doy cuenta también de que los lugares
de «Ultratumba»
son de Vigo. La Vía Norte, mi trabajo, el
barco que cruza
la ría...
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Ahora, ya centrándonos más en la narrativa,
quisiera saber
hasta qué punto las experiencias
desgarradoras de las que
hablas son o no personales. Es que me
siento tan
identificada con ellas que no te haces una
idea. Cuando
hablas en una de tus canciones de que
"le huele la
enfermedad", me viene a la cabeza un
velorio que pasé de
pequeñita en el piso de una vecina. Lo cual
ya sabes que
antes era común. Más en pueblos gallegos,
cuando nadie
se avergonzaba de la muerte, y se vivía
codo a codo.
Ahora los tiempos son otros, incluso para
los pueblos
gallegos. Recuerdo que una das mulleres
vellas dijo algo
así, habló del olor de la enfermedad y a mí
me quedó
grabado. Aquello fue en Foz. La segunda vez
que lo
escuché fue en esa canción tuya. Me
gustaría contaras un
poco la idea original de la canción.
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Sí, bueno,
aunque, como es lógico, para cada uno tendrán
significados
diferentes, parten de circunstancias personales.
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Y, a veces, no
tanto de momentos vividos sino de una
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suerte de
preparaciones mentales para los que están por
llegar. La
angustia de lo que está por llegar, por llamarlo de
alguna manera.
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Por eso, leerlas,
y, sobre todo, escucharme, me suele dar
bastante pena.
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No sé si te pasa,
pero, para mí, escribir es todo un alivio,
me ayuda a ver
las cosas más claras, aunque no soy nada
prolífica y la
mayor parte del tiempo me lo paso en un
estado de falta
de concentración bastante importante.
Debería escribir
más. ¿Cómo lo haces tú?
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Sobre «le huele
la enfermedad», sí es una frase de aldea.
No sé si dicha
por alguien, no lo recuerdo, la verdad, pero,
desde luego, es
ahí donde pasa, en la casa de mis abuelos
en Valga, el
sitio del que hablaba antes.
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Pasaba mucho
tiempo a mi aire, explorando y curioseando
por la casa,
totalmente fascinada por cosas como los cristos
y vírgenes que se
guardaban en el faiado (familia de
religiosos la
mía), el tacto y el olor de los preciosos libros de
la biblioteca o
las incursiones de noche por el monte para
llevar los santos
de una casa a otra («que salgan los
santitos»...).
|
Todo eso, claro,
cogido a trozos y cachos, y muy de abajo a
arriba, sin
llegar a tener nunca las herramientas para
comprender el
mundo de los mayores.
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Tú te encargas de las voces, las letras, y
el arte de la
banda, que es muy fino y gótico, acorde al
estilo de vuestra
música. Háblanos un poco del resto de
componentes.
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Pues fijos en
trajedesaliva hemos sido desde el principio
Mon y yo más
Santiago Alcalá como productor. A partir de
ahí, solemos
buscar músicos colaboradores, dependiendo
de las ideas para
la música que tengamos en cada
momento.
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Y casi finalizando, ¿cuál es tu postura
frente al feminismo si
es que tienes alguna? Lo digo por la
presencia saturada del
dolor en tus temas y una especie de
estética de la sangre.
Un dolor que si no me equivoco, atraviesa
la sexualidad, las
relaciones de pareja, emocionales, en todas
las escalas...
|
Justamente. En lo
personal, me interesa mucho la
expresión de ese
sufrimiento para reconciliar cuerpo, mente
y entorno.
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Pienso que ese
padecimiento psicológico, históricamente
tan de mujer
(llámalo histeria, depresión, ansiedad...), es
solo el fruto de
un malestar emocional y social, una
respuesta natural
ante el control o la falta de horizontes.
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Supongo que, para
mí, lo fundamental es intentar construir
una identificación
propia, fuerte y activa, mucho más allá de
los típicos
atributos de mujer y de los ejes sociales,
delimitados, por
ejemplo, por la función maternal.
|
Pero esta es solo
mi manera de verlo, según mi historia y,
sobre todo, la
educación que recibí, y entiendo que es una
cuestión muy flexible
y variable sobre la que cada uno tiene
su experiencia y
su visión personal.
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Aunque de verdad
que me parece importante que a los
|
niños se les
prepare para sus aventuras, sus sueños de
individualidad y
libertad, su desarrollo intelectual y la
expresión abierta
y «desacomplejada» de sus instintos y
emociones.
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¿Referencias más importantes a todo nivel?
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Últimamente
disfruto mucho con las películas de Antonioni y
Rohmer y sus reflexiones
sobre las pareja: La catástrofe de
las relaciones,
ese buscar obstáculos para perpetuar el
deseo...
|
En música estoy
un poquito perdida sobre grupos actuales.
Básicamente sigo
escuchando lo de siempre (post-punk,
ambient, dark
folk,...).
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Lo que sí hago
mucho ahora es ponerle música a mi hijo de
cuatro años. Me
hace mucha gracia cuando me dice «ponla
otra vez» o «me flipa
esta canción, me gusta mucho, ¿cómo
se llama?». Y se
llama «Evening of light», «Starman»,
«Dearly beloved», «Butterfly on a wheel», «La
Tarara» (bueno,
«La Talala», que dice él)... No sé, son
momentos de
verdad muy disfrutables.
|
De literatura me
tira especialmente la hispanoamericana
(Rulfo, Lezama
Lima, Carpentier, Asturias, Onetti...). Y leo
todo lo que
puedo, o sea mucho menos de lo que me
gustaría, de
psicología y psicoanálisis.
|
Ya ves, vaya
mezcolanza todo esto. Tampoco
tengo mucho
tiempo, así que hago lo
que puedo. Con calma.
|
Y nada, que me ha gustado
mucho conocerte en persona,
|
Rosanna. Eres un encanto.
Y gracias también por
regalarme tu libro de las
brujas y compartir conmigo tus
descubrimientos.
¡Lo
mismo digo! ¡Haberte conocido en alma y presencia, como ya te dije en su
momento, fue mi
|
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