sábado, 6 de octubre de 2012

Yo llenaba esas manos de cerezas


Erico Odaka


Saluda al golpe que fue tu compañero.

Saluda al corazón de esa manzana

que te hicieron apurar hasta el cansancio.

Salúdalos.  Se van.

Todo se ha trastocado.

Cuerpo de hacer coronas, vuelve a ti

siempre sueño, ave sin bautizar.

Tu amo también se marcha.

Rapta el vuelo a los ojos,

recoge con tus manos las cerezas,

que nadie te las llene, que nadie nunca llene

tus manos de cerezas, cuerpo de hacer coronas,

saluda, vuelve, rapta, recoge,

que hasta el gesto

te ha robado ese amor que te prefiere inmóvil,

que te prefiere amada, ausente, silenciosa,

como si hubieras muerto -y aquí es cuando me río-,

como si ya no hubiera una voz que matar

para que todo siga


perfecto, como siempre. 


Vanesa Pérez-Sauquillo, Madrid (1978)
poema extraído de Bajo la lluvia equivocada, Hiperión, 2006

El título de la entrada corresponde a Jorge Teillier, cita de la misma autora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario