Autorretrato/ /Arreglos digitales: Rosanna Moreda |
Luis Manuel Mateo,es un ilustrador y pintor que nació en el Bosque de los romanceros, en la Provincia de Algún lugar. Es hijo de Sol y de Tierra y hermano de Cazo y Cucharilla.
Actualmente reside en Curva del Río, tercer árbol a la derecha. Para más información, es también clown y actor, y esta versatilidad expresiva es evidente en sus obras, ya que sus ilustraciones suelen contener elementos humorísticos donde el humor no es un fin en sí mismo, sino una poesía especial que podría denominarse de intervención y más detenidamente de llanto.
De igual modo, sus actuaciones principalmente con personas por suerte todavía no adultas, tienen mucho del mundo de lo onírico, lo absurdo, lo insignificante, lo mitológico...
En ocasiones acompaña sus dibujos de textos, textos condensados, que recuerdan a los tankas, como estos memorables versos con los que define al maltratado e ignorado tenedor:
¡Oh! Pobre diablo,
envuelto en sudor y sangre.
El mal encoge su alma y
encarcela su corazón...
En estos días, mantenemos una conversación con él, continuando con la serie artistas invisibles que por ahora está dando bastante de sí. Que este protegido espacio continúe siendo el sótano estable donde encontrar a criaturas que hacen lo que quieren hacer, aunque estos placeres no les reporten en ocasiones dinero alguno. Quizá porque demasiado a menudo cuando el dinero llega, el alma queda sangrientamente expuesta. Intentemos que esta cueva de novas discretas, sea un refugio para mentes agitadas que desean viajar a galaxias arcanas.
1. Nos conocimos en el año 2007, en un taller de trabajo que ahora ha sido demolido por el gigante del cemento, y el gran asesino del espacio público, que ya sabemos de sobra cuál es su nombre. Habla un poco de este (nuestro) taller, de aquel año tan efervescente, de lo que aquello significó para tus creaciones, y el contexto de estas creaciones en la gente que poblaba el barrio de Gràcia de la Barcelona de hace ya seis años.
Era un taller único, situado en un barrio con gente joven y alternativa de Barcelona. Por alguna razón se llamaba Taller Uno. Me pongo a imaginar por el aire que impregnaba el espacio: Decoración simbólica, arte japonés real, mezcla de belleza y crudeza. Enseguida me enamoró el espacio por todo ello, y por mi ilusión romántica de tener un espacio artístico en mi aventura barcelonesa, lejos de mi origen: Zaragoza. La gente con la que compartí el espacio también estaba en la onda artística y eso me atraía. Además se convirtieron en gente muy amiga con la que viví momentos muy buenos. Ahora como dices Rosanna, el taller es un espacio engullido, pero que siempre tendrá un espíritu indomable, sumergido. Allí pude hacer más de 50 pinturas pequeñas, que espero este año, se plasmarán en una barajita muy mágica.
2. Quizás esta pregunta te la tendría que haber hecho antes, pero ¿te he definido bien? ¿Te consideras ilustrador, pintor, clown y actor? O es demasiado aparatosa esta definición... es más ¿te gusta definirte?
Me ha llamado mucho la atención tu descripción de mi ubicación y faceta artística, porque yo no soy capaz de describirme a mí mismo y esto me ayuda a descubrirme. La indefinición de mi ubicación podría definirme. Voy cambiando de río, de rama...al menos mentalmente. A los que aún tenemos alma creativa nos cuesta detallar lo que hacemos o cómo somos.
3. Uno de mis trabajos preferidos tuyos es la tira gráfica historias escurridas. Los versos del tenedor que cito en la introducción, pertenecen a este librito fetiche ilustrado y textualizado por ti y Anabel Juste por Gráficas Campo en el 2004. Lo más insólito y audaz de este trabajo vuestro es que hayáis concentrado una explosiva crítica al maltrato y la violencia social, focalizando la misma en los desprotegidos utensilios de cocina. Todo ello forjado en un humor muy ensoñador. Habláis de que las voces de estos utensilios son el escurrimiento de sus secretos al ser escuchados. Me parece una imagen poética de muchísimo alcance. Otra imagen que ahora mismo tengo delante de mí, ahora ya literalmente, es la de un conjunto de cucharas de toda la vida, fabricadas de frío metal al lado de una pequeña y redondeada cuchara de madera que lanza: " Allí, todos me señalaban, porque algo me faltaba..."
No es fortuito que estas metáforas coincidan con un momento muy represivo en nuestro vergonzoso país para con las gentes inmigrantes. Ahora que estas gentes se marchan pues la esmirriada Europa ya fue, el discurso hacia la gente de fuera está tomando otro matiz...
Antes de nada, querría corregir algo. Los versos del tenedor que apuntas, no son míos, sino de Anabel Juste, coautora del libro.
Las historias escurridas me quedan algo lejos, pero intentaré recordar... En efecto, las historias allí mostradas son reflejo de situaciones actuales de la sociedad y son las víctimas. A veces son verdugos como el amasador, representadas por herramientas de cocina las que confidencialmente nos las cuentan. Quizás hoy en día podría redefinirse alguna herramienta, dada la pésima situación de valores que tenemos. A veces podemos sentirnos como herramientas explotadas al servicio del sistema establecido y a veces podemos sentirnos como la no-herramienta, en el cajón, en el paro, sin sentirnos útiles.
Para quien sienta curiosidad
por lxs fantásticxs hijxsmundos
de Luis Manuel Mateo: mumamel@yahoo.es
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