domingo, 20 de abril de 2014
Alimento de esquina
Abrazando, despidiéndonos, seguir sintiendo en esa línea fina
esa línea fina que separa una vida de otra.
La línea de la mitad del mundo.
Escucha las cuerdas
pasa la página amarilla
que cruje
crak crak
la nota, sí... la nota que se va, ese violín que se escapa.
toca apretando, siente tus dedos dejando marca
con placer sin dolor
huele la sangre
tu sangre negra
es tu sangre
oye la risa del más allá
sueña con ella, sampléala.
Y mientras tanto come, no lo dudes, come
el pescado de verdad, la perla del mar, arenosa
manteca de sal
mano a mano, sentada en la piedra
o bajo el sol, al costado del viento
en la vereda mojada
donde quieras, pero come.
En Costa da Morte o en Hokkaido
En Punta del Diablo o Waikiki.
Que el tiempo se acaba y este acto de comer
esa manera pequeña, barata y amiga de comer
ya es ilegal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario