Escritura que acaricia
Sabía cómo encontrar lápiz y papel para escribir otra carta a su hermano.  Intuía, sin saber por qué, que disponía de más tiempo y encontró de repente cierto parecido entre la escritura y las caricias, entre las palabras y el afecto, entre la memoria y la complicidad.
Alberto Méndez     Los girasoles ciegos
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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