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The Old School-Hrísey |
Hace mucho tiempo que debía haber escrito
esta entrada, que de paso será una especie de denuncia
a una bailarina con la que compartí Residencia artística, de las varias que he
realizado hasta ahora, y podréis leer casi al final. Un poco bajo petición
de otras personas interesadas en realizar este tipo de estadías, y otro poco
porque me apetecía dejar constancia de mis experiencias, hoy domingo, decidí
ponerme manos a la obra. Por favor, a tener en cuenta que me remonto en
ocasiones a más de diez años atrás, por lo que es posible que algunas
condiciones y ayudas sean diferentes ahora o directamente no existan. Habría
que investigar.
1. ARTerra Esta es la primera que realicé, y la
única que no incluye beca de ningún tipo, ni en billete/transporte, subsistencia,
costes de estadía, stipend...
Ubicada
en la aldea de Lobão da Beira, Tondela,
en la provincia de Beira Alta. Pese a que estuve solo una semana en el 2014,
puedo decir que el precio es económico, pues pagando lo mismo que en cualquier
hostal, es posible acceder a un espacio cómodo de trabajo y una habitación
privada muy espaciosa y con vistas hermosas y muy verdes, características del Norte y Norte Centro de Portugal. No obstante, y en comparación con el resto de
estadías que realicé después, falla precisamente en eso, en que no se ofrece
ningún tipo de apoyo que no sea monetario a la persona residente en sí, más
allá del espacio de trabajo; por lo tanto, no es grande la diferencia con una
casa rural de toda la vida. Otro detalle a comentar, es que en ese momento de
mi estadía, compartí la casa con otra artista mexicana, y observé que ella fue
invitada a eventos culturales y sociales por parte de la dueña de ARTerra,
mientras que yo no. Por lo tanto, esta no es ni mucho menos, la Residencia que
os recomendaría.
2. Pécs Writers Program En el 2016, pero ya sí con
la intención clara de obtener algún tipo de apoyo o beca, encontré esta, dado
que Hungría siempre fue un país que llamó mi atención, y el Pécs Writers
Program, al sur del país, fue la excusa para instalarme allí dos años y medio.
La recomiendo totalmente, de hecho, ya son muy pocos los programas
subvencionados de forma parcial. Si no eres una escritora o artista de
renombre, tendrás que encargarte de todos tus gastos, lo cual me parece
sumamente injusto, porque eso no ayuda a la visibilización de una artista
desconocida, sino todo lo contrario, nos hunden todavía más en la miseria este
tipo de programas que no dejan de ser en el fondo, lucrativos como otros, pero
con disfraz. Sin embargo, las dos personas mecenas que sostienen este proyecto
con el apoyo del Ayuntamiento de Pécs, no solo costeaban el billete de avión de
las y los residentes, sino la estadía del piso de estudio durante un mes (de
uso exclusivo, no compartido), eventos culturales, más viajes dentro del país,
parte de las dietas, etc. Gracias a ello, pude escribir un poemario entero, que
todavía no tuve ocasión de publicar.
3. Skriðuklaustur Y ya más recientemente, pude realizar otro de mis grandes sueños, que era pasar una larga temporada en Islandia. Esta Residencia del Este de la isla, en la región menos turística de Austurland, corresponde al nombre de una ubicación concreta que es más pequeña que una aldea. Pero en Islandia, debido a su escasa población, una sola casa ya equivale a una aldea en sí, y este es el caso de la que estoy describiendo. No tengo más que halagos para esta mansión, (porque sí, se trata de una mansión con muchas habitaciones y salones, baños... que hace siglos funcionaba como monasterio). Si bien la organización no cubre los gastos de avión, sí que la estadía es totalmente gratuita, y una parte básica de las dietas, también el transporte interno y algunos eventos. Esto ya es mucho para uno de los países más caros del mundo. Yo estuve en el 2023 y me quedé tres semanas en un apartamento privado destinado exclusivamente a proyectos creativos dentro de la propia mansión, en el primer piso. De la paz blanca donde no vi más que nieve y maravillosos caballitos islandeses durante ese tiempo, surgió otro poemario entero. Tal fue mi felicidad, nivel de concentración, y soledad. (El subrayado de soledad es intencional).
4. The Old School Viendo que no quería abandonar la isla ártica tan pronto, y que pasaban los meses volando, decidí buscar otra cuando se me terminaba la que describí en el párrafo anterior, y la encontré. Elegí que fuera la foto de portada de este post porque es la más bonita de todas las que disfruté. No solo a nivel arquitectónico y por la originalidad y utilidad del proyecto (se trata de la vieja escuela de una isla minúscula que se llama Hrísey justo debajo del círculo Polar ártico), sino por el enclave. En mi vida había estado rodeada de montañas majestuosas, todas ellas blancas again, por supuesto. Si bien no ofrecen beca como tal, teniendo en cuenta lo que cuesta compartir una casa grande con espacio muy grande también de trabajo, organización plena de la misma para concretar nuestras propias exhibiciones, tal y como hicimos (a principios del 2023, cuando yo estuve, éramos cuatro artistas compartiendo la casa, con habitaciones individuales y dos baños), los precios son reducidos para estas finalidades. Es una Residencia muy especial, ubicada en una isla más mágica todavía, que también recomiendo totalmente. Estuve un mes entero, pero es posible quedarse por bastante más tiempo. Hasta medio año.
5. MANU Candela Al fin llegó el momento de
escribir sobre la ÚNICA experiencia terrible que tuve de las cinco resis que nombré. Por una razón o por otra, lo he venido
postergando, pero para evitar que a otras personas les suceda lo que a mí,
tengo que advertir que esta casa que el MUSEO MANU Candela alquila desde hace
algún tiempo en San Pablo Etla: un pueblito montañoso de Oaxaca, no protege y
cuida como debería a sus residentes. En mi caso en particular, fui víctima de
robo en septiembre del 2024: un billete de 200 euros de mi propia habitación. En primer lugar, no hay pestillo ni llave en las puertas de las habitaciones. Y esto en un país como
México, es impensable, teniendo en cuenta que la casa de artistas es compartida
(aunque los baños son individuales). Y en segundo lugar, cuando di cuenta de
que sospechaba de la bailarina italiana Marta Sponzilli, (la única con la que compartí
Residencia durante los diez días que estuve allí, y que sabía que yo guardaba
parte de mi dinero en la habitación), la reacción de la organizadora no fue
para nada empática, no me creyó en ningún momento, y me vi obligada a
realizar la denuncia correspondiente. Como a fecha de hoy todavía no he
recuperado mi dinero, y es lo único que pretendo, decidí escribirlo en
mi blog. Ocurre que yo no tengo pruebas formales contra ella, ni hay testigos,
ni cámaras, ni la vi entrar a mi habitación. Pero sí tengo todas las sospechas,
dado que nadie más entró a la casa durante el tiempo que esto ocurrió. Por lo
tanto, al no acusarla directamente de forma pública (aunque sí lo hago en la denuncia que
puse en Policía internacional, que ignoro si le llegó), puedo protegerme de que dicha "bailarina" en cuestión no me denuncie por difamación. Una pena
este incidente, pues la casa es una maravilla de buen gusto y tierra pura,
llena de colores y sabores. Y sí, incluye beca. Yo obtuve la mitad del precio
estándar que es muy bajo, pero solo estuve diez días de las dos semanas que
correspondían debido a este nefasto incidente, pues me fui antes...
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