¡La vida misma en lucha inútil, pujando por salir!
El hombre con útero
Era joven, con un buen trabajo y treinta y ocho años de vida gastados la mitad de ellos en mujeres en varios sentidos como el económico y el desgaste corporal.
Había adquirido un departamento sólo para sus encuentros breves y sin compromisos…y sin piedad para aquellas que sí se ilusionaban con su amor y él despedía de su vida después de una o dos noches de "amor”.
Se sintió mal un día… Pensó que era de beber mucho alcohol todas las noches de la última semana.
Mas no era su estómago…Dios se había apiadado de él y la ecografía fue la clara imposición de un útero cuya forma de pera clarita dejó boquiabierto y asustado al médico.
Entonces, ante sus irresistibles encuentros con mujeres quedó embarazado, mas los bebés morían por falta de orificio para nacer.
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