martes, 7 de enero de 2014

Cuando todo el mundo pisábamos la misma arena blanca


Y su particular poemario
donde las palabras soplan...
 
En el principio no existía dualidad
por eso es tan difícil
 que nos entre en la cabeza.
Por el sol distinguimos
entre el brillo y las sombras
y las gaviotas son hermosas
y nos dan miedo si se acercan.
Hay que tener cuidado porque en la arena,
su sombra, son como agujeros.
 
 
 
 
 
 

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