domingo, 27 de diciembre de 2015

Era domingo



-Era domingo y mi hermana preparó la cena.  Había gallina.  Preparó la molleja cuidadosamente y la guardó en una vasija.  Vino el gato y se la comió. El marido regresó y preguntó: ¿Y la molleja? Ella se lo contó.  Fue inútil.  El hombre lo consideró una falta de respeto y la golpeó brutalmente.  Vuelve a casa de tu madre para que te eduque, le dijo.  ¡Ahora! Ella estaba tan afligida que perdió la noción del peligro y se puso en marcha en el silencio de la noche.  Eran cerca de diez kilómetros hasta el hogar paterno. Cayó en las garras de un leopardo en la sabana lejana.  Murió en la flor de la vida por culpa de una idiotez.  Murió ella y vivió el gato.

Las lágrimas de mi madre brillan al sol como cristales y reflejan los colores del arco iris.  En el pecho de mi madre hay un puñal de plata con manchas de sangre.  Un volcán eterno. Todo por culpa de una molleja de gallina, un simple recolector de granos de arena.  Una insignificante musculatura dentro de un ave.  Que no llena ni la palma de la mano.  Que no mata el hambre ni de un gato.

La historia me penetra como si fuera mi propia historia...

Paulina Chiziane: Niketche, una historia de poligamia, trad. Pere Comellas, Barcelona, El Cobre Ediciones,2004, p.105.

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