Fumico Azuma |
Allá por el 1896... así, tan anticipadamente, un poema, una visión de nuestro hoy grabada por Konstantino Kavafis
Sin consideración, sin piedad, sin pudor
en torno mío han levantado altas y sólidas murallas.
Y ahora permanezco aquí en mi soledad.
Meditando en mi destino: la suerte roe mi espíritu:
tanto como tenía que hacer.
Cómo no advertí que levantaban esos muros.
No escuché trabajar a los obreros ni sus voces.
Silenciosamente me tapiaron el mundo.
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