miércoles, 16 de agosto de 2023

¿Quién se atreve a negar la prostitución de quien publica?

Joey Guidone

 









Los cincuenta en mí, (no sé en vosotras, vosotres y vosotros), siento que han tocado una fibra

que permanecía muy escondida en alguna zona tabú de mi cuerpo. Será el efecto traumático o siendo más sutiles, "psicológico" del medio siglo, I dunno. Como que cada vez más, siento que gano libertad para decir y escribir lo que me sale de... Por suerte, en tiempos de enjambres digitales, siempre se podrá escribir. No Ray Loriga, lo vuelvo a decir, no tenías razón: Lo peor que le puede pasar a un escritor NO ES no ser escritor, porque  están y estarán SIEMPRE las divinas plataformas y los blogs. Pero te disculpo, porque eso que largaste casi sin pensar fue antes de esta adictiva locura de pantallas. ¿Ni idea tenías de la que se nos venía encima verdad?

Nadie la tenía en aquello años Ray, nadie.

A lo que vamos, que ya que me peleo y pongo a caldo día sí día sí con/a editoriales, aunque luego, a veces, solo a veces, me retuerza del arrepentimiento, por suerte están mis adoradas siete gigantas para bancarme la cabeza.  Y quiero decir, porque lo tengo que decir, que el otro día visualicé una entrevista a un escritor que me parece interesante pero cuyo nombre no voy a revelar (porque ya estoy metida en bastantes líos del estilo para cargarme con más), que dijo una Editorial de peso, (cuyo nombre tampoco escribiré, of course), le obligó a quitar toda la obra de su blog a condición de publicarla. Y él por supuesto, aceptó. Lo que más me llamó la atención no es el hecho en sí, sino que este autor de sobras lúcido, ni se lo cuestionara como algo como mínimo, sanguijuela y miserablemente poco solidario y eurista (ya no se dice pesetero, qué lástima, sonaba mejor). Llamadme lunática o lo que resulta mucho más suave: "utópica", pero a mí, si me hacen mandar a la dimensión desconocida, siendo in extremis poética con la descripción que el doloroso delete implica, mis textos más amados de su cuna original que es mi blog, más allá del tiempo y el espacio, de acceso LIBRE para cualquiera, en un mundo donde todo se monetiza, creo que entraría en coma del disgusto.

Y ojito, que no estoy diciendo que no lo haría, aunque por suerte y por ahora no haya tenido que hacerlo, que ya son 50 y es tiempo de cobrar bien por lo que aunque parezca extravagante, sí, señoros, es un trabajo como cualquier otro. Pese a que ese algo implique prostituirse. Que sí, que a eso te obligan la mayoría de las Editoriales, a prostituirte de las maneras más sofisticadas. ¿Cómo negarlo todavía a estas alturas? Podría dar unos cuantos ejemplos vividos en primera persona, pero lo dejo para otra entrada todavía más jugosa. Y aceptamos. Vaya si aceptamos. Pero luego no creamos que son solamente putas quienes lo hacen con el cuerpo. Que con el cerebro y el alma es mucho, pero que muchísimo peor...


No hay comentarios:

Publicar un comentario