viernes, 29 de julio de 2016

En el principio, la arruga

De Pizzol-cementerio de Colonia, Uruguay

En el principio, la arruga

Jugaba al fútbol con el entusiasmo rozagante de quien todavía no conoce el mundo, pero su tos cansina se quejaba por él. Entonces a ella se le ocurrió investigar.  Quiso saber qué tipo de enfermedad tenía el niño. Fue un mediodía de recreo en el liceo, y la pelota gastada, la de siempre, se movía enloquecida de un pie a otro pero sin prisas.

Porque al tiempo le gusta capturar redondeces dominantes y adoradas, en movimiento perpetuo. Y pueblos concienzudamente ocultos como Nueva Helvecia, donde los muchos sinsentidos son delicias.  Donde podrías aspirar si te concentras, todos los olores cítricos del silencio.  Y nada más.  Porque no hay nada más. Silencios atrevidos como solo albergan las llanuras, que huelen a palmerita y a las arenas desérticas que casi están, que podrían ser.  El tiempo juega a detenerse justo ahí.  Ahí donde nadie mira.  Juega con estas cosas que en el fondo, le parecen nimias.  Hasta que un día, ¡zas! Se cansa de la belleza de lo pequeño, e insiste en probar con lo grande, con lo serio.  Elige el momento preciso, más bien crea el momento, pues su inteligencia, aunque no lo quiera, aunque lo niegue, es humana.  No sabemos cómo llegó a enterarse el tiempo de aquella dolencia casi única en un niño muy amado de un pueblo chico del Sur de América. Cuando montó en su flecha y salió veloz en busca de ese nuevo bocado, el niño ya había envejecido como veinte años, lo que equivale a dos de los nuestros.  Aquella noche, en su cama, el niño, en un hilillo de voz le habló a su madre:

- ¿A vos no te huele raro?
- No, ¿por qué lo decís?
- Hay un olor extraño, como a asado, pero no es el asado de siempre.
- Te parecerá a vos mi amor, la carne a las brasas siempre huele igual...

Pero el tiempo, jamás imaginó que todos los juegos van más allá de sus propias reglas. Podrá convertir dos en veinte y cuatro en cuarenta, pero nunca, nunca conocerá la clave del inicio... al que no llega.  Ese inmenso umbral cuando, como dijo un sabio, se borran los contornos y la nota del corazón se para.

Publicado también en el blog de la Editorial Paralelo

sábado, 23 de julio de 2016

Prensado a mis entrañas permanece



Prensado a mis entrañas
          permanece

Hace un año vive conmigo
chupando mi sangre
mi sudor
mi sexo.

He intentado un aborto
pero este amor
no conoce la muerte.


Regina José Galindo en Poemas del alma



 

domingo, 17 de julio de 2016

Creative writing workshops in Budapest-talleres de creación literaria en Budapest

Phil library

Si te interesa aprender o practicar español desde una perspectiva de estudios de género, cultural y literaria, contacta conmigo. Ofrezco también talleres específicos de creación literaria en español. Las clases serían individuales o grupales. Precios a elegir. En Buda, en Pest o donde te vaya bien!!

If you are interested in learning or practicing Spanish from a gender studies perspective and cultural and literary as well, contact me. I also offer specific creative writing workshops in Spanish. The classes would be individual or in group. Rates can be chosen. In Buda, in Pest or wherever you feel like!!         romoreda@hotmail.com     


viernes, 8 de julio de 2016

Éter de diamante y de hierro




Bienvenidas las suaves comezones de la nieve!
llorando dinero! llorando por los hombres!
la ira, la enfermedad, encienden mi corazón
ah, la peste! mis manos llenas de gusanos para ti, ángel
ángel, olvídalo.. a decir verdad me sentiría feliz
si aceptaras este obsequio de mi esperanza dolorida
quizá un poco .. así parece
ella dice, claro que te quiero!
ella quiere conocer al diablo
tanto comimos hace mucho tiempo
que nuestros vientres quedaron dibujados
y después subimos a la montaña
ya hemos hablado sobre eso .. no lo entiendo
no es así de sencillo
un hombre debe hacer lo justo
un miserable .. se consideraba poeta
y pintaba lienzos maravillosos, íntimos
he visto muchos .. la claridad le quitaba el sueño
y yo busco al que se ha ido, sutilmente
al que ha fertilizado y madurado como el trigo mejor
vivido por el fuego ofrecido, hace aquí lo que hace
y es lo mismo, no cantan los pájaros
ya no ríen los espectros
esta casa está vacía y negra como un sepulcro

                                                     Jeanne Sosa, Montevideo, Uruguay