domingo, 29 de enero de 2017

Nutrido coloquio con Mónica Campos de trajedesaliva

By Galia Blanco




Un día de esos en que ocurren cosas que te
modifican la vida, llegó a mis manos, más bien a mis
sentidos, de manera muy casual, la música singular de la
banda gallega trajedesaliva. Me enteré de que vivían en Vigo,
mientras que yo estaba en A Coruña. Recuerdo aquella
obsesión que me duró unos cuantos meses, donde quise
saberlo todo sobre tds. Supe que su fascinante vocalista
se llamaba Mónica Campos y sin pensarlo dos veces le
escribí. Tuve la suerte de que me respondió, deseamos
conocernos en persona y muy recientemente así fue.

No obstante, cada vez que me entran escalofríos cuando
escucho su narrar oscuro en lenguas ignotas (porque en 
realidad canta hablando, susurrando... como buena
bruja que es); siento que la conozco desde el estadio en que
añoramos conocer a las personas, es decir, a fondo. Y ya que
accedió a dialogar conmigo, es un privilegio para mí presentárosla:

Mónica, supongo que estarás un poco harta de las
etiquetas, pero si tuvieras que entrar en alguna, ¿cómo
definirías vuestra música? Porque yo podría hablar de
horror-electrónica...

No soy nada buena definiendo la música de traje porque
tiene bastante mezcla de estilos (ambiental, atmosférica,
spoken word,...). Creo que entiendo lo que quieres decir
con horror-electrónica, y de eso puede haber algo en
«Mima».
«Mima blanca» ya es incluso más complicado de etiquetar.
Es un disco difícil, sinceramente, que pide tiempo.
«Ciertos animales de costumbres discretas» tiene mi sonido
preferido, que es por el que me gustaría que fuera también


«Ultratumba», más oscuro, con mucha menos electrónica y
más instrumentos reales.

Hace ya bastante tiempo que intentando elaborar una lista
mental de bandas que admiro y que pese a la vorágine
mediática, continúan permaneciendo en el underground, me
quedé como atascada, pues no fue una lista muy fecunda.
Pero tds entraba definitivamente en ella. No sé cómo ves
el panorama del underground en Galicia, en España en
general...

La verdad es que no tengo ni idea, Rosanna. De lo que
pasa «en la escena» no me entero mucho. Casi me vas a
tener que decir tú...
De todas maneras, cuando pienso en bandas underground
pienso en grupos para los que lo importante tiene que ser
darse toda la libertad del mundo para componer y tocar lo
que quieren, como quieren. Sin demasiadas pretensiones
sobre lo que pueda venir después.
Que si ventas, conciertos, críticas, listas, rollos... Creo que
lo bonito de verdad es intentar transmitir lo que una lleva en
la cabeza, quedarse, a poder ser, tranquila con el resultado,
y disfrutar luego de lo mucho o poco que pase después.
Igual tampoco tiene mucho sentido esto que digo y, en
general, las motivaciones de los grupos son más bien otras.
No sé.

Me consta que Mima y Mima Blanca son vuestros dos
únicos largos pero que el tercero está a punto de salir.
¿Tenéis prevista la fecha aproximada?


Bueno, en esas estamos. El momento es complicado y, de
hacerse finalmente, va a llevar tiempo, pero intentaremos
sacar adelante «Ultratumba» de todas maneras. La música
y la letra hace tiempo que están, más o menos, escritas.
Como te decía, musicalmente la idea es que tenga
instrumentos reales, pero totalmente modificados,
avanzando desde el estilo de «Ciertos animales de
costumbres discretas» y explorando un sonido aún más
oscuro (¡síííí!) y ambiental-industrial.
También veo bastante claro que el disco debería tener un
solo tema con diferentes momentos, por lo que lo más
seguro es que, al final, quede un trabajo sin cortes ni
estructuras típicas de canción, que, además, tendrá la
duración que tenga, como si son 29 min. Y tendrá bastante
más letra que cualquiera de nuestros discos anteriores.

Si bien vuestra música es narcótica, de la que reafirma el
vacío y deja la mente ida, tus letras contienen una poesía
que pese a lo manido del término no puede definirse de otro
modo que no sea como pagana. Y también es manida la
pregunta: ¿Crees que de no haber sido gallega, te saldrían
igualmente esas perturbadoras letras? Lo siento, pero en
ocasiones lo manido saca de muchos apuros.

Creo que las letras se pueden enmarcar en un cierto
«oscurantismo de aldea». Ese aislamiento, el poco contacto
social, las ensoñaciones, las cualidades mágicas (pero de
magia mojada, de la que no prende) de los objetos
cotidianos que me rodeaban de pequeña... Te haces a la
idea si piensas en las niñas de «Cría cuervos» y «El sur».


Pero, sobre todo, diría que en las letras hay mucha,
muchísima candidez e inocencia frente al caos emocional
provocado por las relaciones familiares y afectivas.
Y no lo había pensado mucho hasta ahora, pero sí, en las
letras de traje hay bastante de pueblo gallego. El de la
aldea de mi infancia. Es verdad que, en mi cabeza la luna
como un pelo es el recuerdo de esa luna en ese punto,
como también lo son el bosque, el huerto, la tierra caliente...
Curiosamente, me doy cuenta también de que los lugares
de «Ultratumba» son de Vigo. La Vía Norte, mi trabajo, el
barco que cruza la ría...

Ahora, ya centrándonos más en la narrativa, quisiera saber
hasta qué punto las experiencias desgarradoras de las que
hablas son o no personales. Es que me siento tan
identificada con ellas que no te haces una idea. Cuando
hablas en una de tus canciones de que "le huele la
enfermedad", me viene a la cabeza un velorio que pasé de
pequeñita en el piso de una vecina. Lo cual ya sabes que
antes era común. Más en pueblos gallegos, cuando nadie
se avergonzaba de la muerte, y se vivía codo a codo.
Ahora los tiempos son otros, incluso para los pueblos
gallegos. Recuerdo que una das mulleres vellas dijo algo
así, habló del olor de la enfermedad y a mí me quedó
grabado. Aquello fue en Foz. La segunda vez que lo
escuché fue en esa canción tuya. Me gustaría contaras un
poco la idea original de la canción.

Sí, bueno, aunque, como es lógico, para cada uno tendrán
significados diferentes, parten de circunstancias personales.
Y, a veces, no tanto de momentos vividos sino de una


suerte de preparaciones mentales para los que están por
llegar. La angustia de lo que está por llegar, por llamarlo de
alguna manera.
Por eso, leerlas, y, sobre todo, escucharme, me suele dar
bastante pena.
No sé si te pasa, pero, para mí, escribir es todo un alivio,
me ayuda a ver las cosas más claras, aunque no soy nada
prolífica y la mayor parte del tiempo me lo paso en un
estado de falta de concentración bastante importante.
Debería escribir más. ¿Cómo lo haces tú?
Sobre «le huele la enfermedad», sí es una frase de aldea.
No sé si dicha por alguien, no lo recuerdo, la verdad, pero,
desde luego, es ahí donde pasa, en la casa de mis abuelos
en Valga, el sitio del que hablaba antes.
Pasaba mucho tiempo a mi aire, explorando y curioseando
por la casa, totalmente fascinada por cosas como los cristos
y vírgenes que se guardaban en el faiado (familia de
religiosos la mía), el tacto y el olor de los preciosos libros de
la biblioteca o las incursiones de noche por el monte para
llevar los santos de una casa a otra («que salgan los
santitos»...).
Todo eso, claro, cogido a trozos y cachos, y muy de abajo a
arriba, sin llegar a tener nunca las herramientas para
comprender el mundo de los mayores.

Tú te encargas de las voces, las letras, y el arte de la
banda, que es muy fino y gótico, acorde al estilo de vuestra
música. Háblanos un poco del resto de componentes.


Pues fijos en trajedesaliva hemos sido desde el principio
Mon y yo más Santiago Alcalá como productor. A partir de
ahí, solemos buscar músicos colaboradores, dependiendo
de las ideas para la música que tengamos en cada
momento.

Y casi finalizando, ¿cuál es tu postura frente al feminismo si
es que tienes alguna? Lo digo por la presencia saturada del
dolor en tus temas y una especie de estética de la sangre.
Un dolor que si no me equivoco, atraviesa la sexualidad, las
relaciones de pareja, emocionales, en todas las escalas...

Justamente. En lo personal, me interesa mucho la
expresión de ese sufrimiento para reconciliar cuerpo, mente
y entorno.
Pienso que ese padecimiento psicológico, históricamente
tan de mujer (llámalo histeria, depresión, ansiedad...), es
solo el fruto de un malestar emocional y social, una
respuesta natural ante el control o la falta de horizontes.
Supongo que, para mí, lo fundamental es intentar construir
una identificación propia, fuerte y activa, mucho más allá de
los típicos atributos de mujer y de los ejes sociales,
delimitados, por ejemplo, por la función maternal.
Pero esta es solo mi manera de verlo, según mi historia y,
sobre todo, la educación que recibí, y entiendo que es una
cuestión muy flexible y variable sobre la que cada uno tiene
su experiencia y su visión personal.
Aunque de verdad que me parece importante que a los


niños se les prepare para sus aventuras, sus sueños de
individualidad y libertad, su desarrollo intelectual y la
expresión abierta y «desacomplejada» de sus instintos y
emociones.

¿Referencias más importantes a todo nivel?

Últimamente disfruto mucho con las películas de Antonioni y
Rohmer y sus reflexiones sobre las pareja: La catástrofe de
las relaciones, ese buscar obstáculos para perpetuar el
deseo...
En música estoy un poquito perdida sobre grupos actuales.
Básicamente sigo escuchando lo de siempre (post-punk,
ambient, dark folk,...).
Lo que sí hago mucho ahora es ponerle música a mi hijo de
cuatro años. Me hace mucha gracia cuando me dice «ponla
otra vez» o «me flipa esta canción, me gusta mucho, ¿cómo
se llama?». Y se llama «Evening of light», «Starman»,
«Dearly beloved», «Buttery on a wheel», «La
Tarara» (bueno, «La Talala», que dice él)... No sé, son
momentos de verdad muy disfrutables.
De literatura me tira especialmente la hispanoamericana
(Rulfo, Lezama Lima, Carpentier, Asturias, Onetti...). Y leo
todo lo que puedo, o sea mucho menos de lo que me
gustaría, de psicología y psicoanálisis.
Ya ves, vaya mezcolanza todo esto. Tampoco tengo mucho
tiempo, así que hago lo que puedo. Con calma.
Y nada, que me ha gustado mucho conocerte en persona,


Rosanna. Eres un encanto. Y gracias también por
regalarme tu libro de las brujas y compartir conmigo tus
descubrimientos.

¡Lo mismo digo! ¡Haberte conocido en alma y presencia, como ya te dije en su momento, fue mi
alegría del día!

                                                        Soundclound de la banda.