sábado, 28 de diciembre de 2013
Nuevo año, otro mundo
Y la piel reclama, no solo la mente pide un cambio. Antes de preguntarnos todos los porqués, los incómodos, insistentes porqués, esos que pican, que carcomen, que toda la vida nos pasarán factura.
¿Por qué no me fui de aquí cuando mi energía me sobraba?
¿Por qué no le respondí defendiendo mi dignidad a aquel cazador de miedos?
¿Por qué no me dediqué con total ahínco a mis pasiones?
Sin pensarlo demasiado para conservar íntegro el valor de actuar, llegamos a esta nueva choza, en la Isla Ellas. Aquí pasaremos muchos días, en la calor comunal de cuatro ranchos que casi forman un círculo. Conseguimos filtrar aquellos primeros sabores, destilar disfrutes para que sean algo más que recuerdos.
Y en el surgimiento de una lengua nueva, palabras como fama, trabajo o extranjera, dejaron de tener sentido cuando el tiempo no apremia con sus cobros, y el único delito es colonizar. Ni siquiera "heterosexual"/ "homosexual" son factibles, en un pequeño cosmos donde la atracción erótica no se mueve por cuestiones absurdas de miembros, tamaños, formas...
Así, desde lo mínimo, que hoy esta pequeña inocentada/acción poética, transforme el humor en idea activa, cuando tememos, cuando pensamos que el mundo estalla.
domingo, 15 de diciembre de 2013
La carta, la prueba
Como dice Carmen Iriondo, autora de Syl &Ted, citando a su vez a Janet Malcolm, autora de “The Silent Woman”: “Las cartas son la más grande experiencia de fijación. El tiempo erosiona los sentimientos. El tiempo crea indiferencia. Las cartas nos prueban que alguna vez [algo] nos importó.”
Marisol Sánchez.
lunes, 9 de diciembre de 2013
sábado, 30 de noviembre de 2013
De charla con Andrés Mariani
Noel Méndez Las noches del barrio de Marina en Barcelona, no serían lo que son sin un local donde se condensa buena parte de la música paralela de estos tiempos: El Bar Ceferino, justo al lado de la discoteca Razzmatazz. El Ceferino es uno de esos bares donde se aprecia en poco espacio, la historia de buenas bandas que han pasado por allí, así como fetiches de las mismas y de su abundante clientela, tragos de hierbas mágicas que sientan de maravilla al cuerpo, y un ambiente cercano, de esos que sólo se encuentran en los bares de pueblo. Allí tuve la suerte de ver en más de una ocasión, conciertos del catalán uruguayo Andrés Mariani quien va adquiriendo a lo largo de los años, una voz muy propia dentro de sus tonos graves y rasposos que evocan a los cantantes del desierto de ahora y de siempre, además de unas melodías de guitarra más meditadas, en un ámbito de canción melódica alternativa, con matices hardcore y otras rarezas que merecen la pena ser escuchadas... R: Llevas tiempo dando conciertos, y empezaste de una manera muy lúdica, en un momento de gran efervescencia creativa, en el Barrio de Gràcia si no me equivoco, cantando en las preciosas plazas de este barrio con tu equipo a cuestas. Varias bandas han empezado (y muchas no han abandonado, caso del dúo gallego Escuchando Elefantes; en la calle). ¿Sigues interactuando con la gente cantando en la calle? De no ser así, ¿hay alguna razón para que lo hayas dejado de hacer? A: Empecé a dar conciertos con mi primera banda Karnabal en Barcelona hará quince años. Luego, más tarde, hará como seis años atrás, empecé también a tocar en la calle con amplificación. Una y otra cosa las he ido haciendo, pero lo de tocar en la calle me da palo muchas veces porque depende de donde toques, te echa la policía. R: Hay algunos cambios entre tus primeros trabajos y este último: "Metamorfosis". Se advierten texturas más ricas en éste, y un equilibrio mayor entre el sonido "pesado" y las melodías, que ganan en estabilidad y armonía, también unas letras centradas en temas filosóficos, aunque el amor de pareja siempre parece ser la lana madre que une el tejido. ¿Cómo ha sido el proceso de sacar este disco adelante en comparación con trabajos anteriores? A: Mmm... eres muy graciosa... me río porque me hace gracia este tipo de preguntas. Bueno, he grabado muchas maquetas, pero Metamorfosis es para mí el primer trabajo con cara y ojos que presento, y es a partir de que mi apellido es el nombre del proyecto, y también porque he grabado unos temas que pienso tienen una buena conexión entre sí, además de expresar lo que en su debido momento quería exponer. Lo del amor de pareja te lo has inventado tú. En mis canciones no hablo del amor de pareja, hablo de amor, pero no de pareja. R: Sí, es cierto, más bien quise decir el amor en sentido sensual-erótico, pero tienes razón, la lana madre a la que me refería es el amor en sentido global, y ese por suerte, es el que abordas tú. En temas como "Regeneración" hablas de otra forma de vivir, y esta idea se repite en otras canciones. Es como si además de hacer referencia a la atracción amorosa, también de paso lanzaras mensajes críticos sobre la sociedad actual. Es evidente que estás muy interesado en los movimientos sociales y en el trabajo diario de las redes tecnológicas para lograr avances en torno a un futuro más igualitario, ¿qué dirías al respecto? A: Bueno... metamorfosis habla de regeneración y de cambios entre otras cosas, pero cada uno hace su proceso. Creo que este momento es bastante complicado a nivel social, con muchos conflictos y mucha injusticia. Es interesante el trabajo que se hace a través de internet o a través de pequeñas agrupaciones en muchos y diferentes campos, ya sea el artístico o el periodístico. R: Sé que hay una relación muy unida entre el Bar Ceferino y tú. Habla un poco de cuándo y cómo comenzó esta unión que adivino tan especial para ti... A: Mmm... bueno, la verdad Rosanna es que el bar Ceferino es una sala de conciertos que está muy bien, pero no hay una relación especial entre ellos y yo. Los conozco porque he tocado bastantes veces, y me gusta porque es una sala pequeña y la gente que la lleva es simpática y tal, pero no hay más. Por otra parte, decirte que hay una sala en Badalona que se llama Estraperlo que trae a un montón de grupos interesantes, y quizás por esta razón, últimamente la visito bastante... en diciembre tocan Agnostic Front. R: Jaja, qué pena que no haya una relación especial entre el Bar Ceferino y tú. ¡Visqui el Bar Ceferino! ¿Qué bandas tanto autóctonas como extranjeras sientes que te han influenciado más? aunque sé que es una pregunta bastante retórica, no deja de ser por ello inevitable, ¿por qué estilos te sientes más atraido? A: Básicamente el rock. Grupos como los Sonics, The Cramps, Kyuss, Ben Harper, L7, Tool... pero no me fijo solo en la música anglosajona para motivarme. Me pone como una moto escuchar boleros, bossa nova, rumba o flamenco. Aunque también escucho mucho música de piano tipo Satie o Chopin, pero soy un tío abierto de mente, y me gustan también bandas de metal, rap, reggae o tecno... es importante pararte a escuchar cualquier estilo de música y prestarle atención, porque solo así los distinguirás de una forma profunda y tendrán equilibrio con tus estados de ánimo. Cualquier melodía puede ser interesante. R: Cierto lo que dices. En ámbitos como la música continúa habiendo mucho prejuicio, y no todo el mundo es capaz de encontrarle el puntillo interesante a cualquier melodía musical. Esto tiene que ver con mirar con otros ojos que no son los propios, algo fundamental. Temas como "te llevo conmigo", están llenos de esa fuerza grunge tan característica de Seattle. Si tuvieras que nombrar otra ciudad con sello rockero como puede ser Seattle, ¿nombrarías otra? A: Memphis o Georgia... las raíces provienen de ciudades o regiones como esas. R: Totalmente de acuerdo, sobre todo Georgia, tierra de una gran diva: Cat Power... Andrés Mariani 25/11/2013 |
jueves, 28 de noviembre de 2013
Pequeña demora
Publicación al fin de mi segundo ensayo (Mandala, 2013) pero todavía en proceso de digitalizar el libro...
martes, 26 de noviembre de 2013
El hombre con útero
Un relato corto de la poeta uruguaya-argentina Carolina Sánchez Carrizo, quien además es prima por parte de madre. Al igual que en las inquietantes historias de Will Self, presenciamos la angustia de lo (no) deseado, la conversión de género, la vida y la muerte amalgamadas en un nudo prieto. Todo en clave de un humor corrosivo y un final inaudito.
¡La vida misma en lucha inútil, pujando por salir!
El hombre con útero
Era joven, con un buen trabajo y treinta y ocho años de vida gastados la mitad de ellos en mujeres en varios sentidos como el económico y el desgaste corporal.
Había adquirido un departamento sólo para sus encuentros breves y sin compromisos…y sin piedad para aquellas que sí se ilusionaban con su amor y él despedía de su vida después de una o dos noches de "amor”.
Se sintió mal un día… Pensó que era de beber mucho alcohol todas las noches de la última semana.
Mas no era su estómago…Dios se había apiadado de él y la ecografía fue la clara imposición de un útero cuya forma de pera clarita dejó boquiabierto y asustado al médico.
Entonces, ante sus irresistibles encuentros con mujeres quedó embarazado, mas los bebés morían por falta de orificio para nacer.
¡La vida misma en lucha inútil, pujando por salir!
El hombre con útero
Era joven, con un buen trabajo y treinta y ocho años de vida gastados la mitad de ellos en mujeres en varios sentidos como el económico y el desgaste corporal.
Había adquirido un departamento sólo para sus encuentros breves y sin compromisos…y sin piedad para aquellas que sí se ilusionaban con su amor y él despedía de su vida después de una o dos noches de "amor”.
Se sintió mal un día… Pensó que era de beber mucho alcohol todas las noches de la última semana.
Mas no era su estómago…Dios se había apiadado de él y la ecografía fue la clara imposición de un útero cuya forma de pera clarita dejó boquiabierto y asustado al médico.
Entonces, ante sus irresistibles encuentros con mujeres quedó embarazado, mas los bebés morían por falta de orificio para nacer.
domingo, 24 de noviembre de 2013
viernes, 22 de noviembre de 2013
Taller otoñal de (co) escritura creativa en A Coruña
Para este otoño continúa la propuesta de escritura itinerante... aunque de base en A coruña. Lecturas de los ocho continentes se comparten al calor de un buen café y en el mejor de los casos sucuelentas castañas. Seremos pura oreja hacia aquel texto que tenías escondido en el lugar que solo tú creías saber. A partir de tres escribientes, dispondremos de local. Mientras tanto, somos mínima pero lo importante es ir siendo...
romoreda@hotmail.com
martes, 19 de noviembre de 2013
E o máis pequeno Farruquiño
-Vou camiño da escola.
-¿Son os teus fillos?
-Si señora, son os meus fillos. Estes dous do meu marido, estes tres son de mozos que eu tiven de solteira, pois a nai que un fillo despreza non é muller. ¿Non si?
-Si, es unha boa nai e os teus fillos son moi feitos. Este louro de ollos azuis, ¿como se chama?
-Este meiguiño chámase Xoán, este Manuel, esta Esperanciña, estoutro Xosé e o máis pequeno Farruquiño.
Syra Alonso
Diarios
miércoles, 13 de noviembre de 2013
El espejo
Desde Uruguay, el país pequeño de las casas bajas,
un relato grande de Andrea Tato...
Foto de Zaida Fernández
EL ESPEJO
Ella se vestía todos los días delante del espejo antes de irse a trabajar. Se maquillaba, peinaba, arreglaba, haciendo el esfuerzo de transformar una cara que ya no era la suya, que intentaba decirle algo que no podía entender pero le dolía.
Sus ojos se endurecían congelados debajo del rimel. Su piel otrora rosada, tenía un color que era imposible definir. Sus labios eran tan solo una raya debajo de la nariz. Su cuerpo un esqueleto con carne que sostenía la ropa que compraba en cómodas cuotas sin recargo.
Un frío le recorrió la espalda. Quiso llorar pero no pudo, hacía tiempo que había olvidado cómo hacerlo. Intentó sonreír mientras se aplicaba el lápiz labial pero se dio cuenta que no tenía la más pálida idea de cómo hacerlo. Tuvo que conformarse con mover la cabeza.
Se alejó del espejo y miró por la ventana. La gente caminaba presurosa, los autos tocaban bocina. Unos niños gritaban. El cielo gris envolvía todo. A lo lejos se oía una televisión parloteando, prometiendo lo que nunca iría a cumplir.
Miró el reloj, en cinco minutos pasaría el ómnibus. Tomó la cartera, el abrigo, las llaves, se miró una última vez en el espejo y se fue.
Unas diez horas más tarde regresó. Encendió la luz. La casa vacía parecía bostezar. Todo estaba exactamente como lo dejó. Las sillas alineadas a la mesa. El sofá envejecido. Las paredes mudas.
Dejó el abrigo y la cartera sobre la cama y se miró en el espejo una vez más. Estaba casi igual. La diferencia eran unas ojeras que se dibujaban amenazando cubrir toda la cara. Hizo una mueca y se dirigió a la cocina. Abrió la heladera y preparó algo rápido para comer. Encendió el televisor y se sentó a la mesa. Mecánicamente el tenedor iba del plato a su boca. Los ojos fijos en la pantalla. Risas y llantos ajenos inundaban la casa. Al terminar se lavó los dientes y fue a dormir, pero le costó conciliar el sueño.
Repentinamente vinieron a su cabeza imágenes de otro tiempo, cuando era niña y jugaba con otros niños. En ese entonces podía reír y llorar con facilidad. Corría por la vereda, alegre, sentía el viento en su cara que la despeinaba. Sus padres la miraban sonriendo.
En la cama, bajo las sábanas, por fin logró cerrar los ojos. Hubiera jurado que sus mejillas estaban húmedas al despertar. Enseguida se lavó la cara. Tomó un café instantáneo y comenzó a vestirse frente al espejo. Mientras se ponía la blusa creyó ver una cara idéntica a la suya que le sonreía. Pero ella no movía los labios. Le pareció extraño. Tímidamente tocó esa otra cara. Se sorprendió al notar que el espejo estaba acuoso, tibio. Apoyó con un poco más de fuerza el dedo. De pronto la uña desapareció tras el reflejo. Violentamente retiró la mano. La otra cara continuaba sonriendo. Su corazón latía con fuerza. Retrocedió unos pasos. Observó la cartera y el abrigo sobre la cama. Nuevamente miró la otra cara. Lentamente se acercó al espejo. La casa estaba en silencio. Más allá de la ventana se oía una canción desde una radio.
Titubeando apenas, introdujo su mano en el espejo, luego una pierna, la otra mano, el torso, la otra pierna. Finalmente cerró los ojos y se fue.
Andrea Tato
un relato grande de Andrea Tato...
Foto de Zaida Fernández
EL ESPEJO
Ella se vestía todos los días delante del espejo antes de irse a trabajar. Se maquillaba, peinaba, arreglaba, haciendo el esfuerzo de transformar una cara que ya no era la suya, que intentaba decirle algo que no podía entender pero le dolía.
Sus ojos se endurecían congelados debajo del rimel. Su piel otrora rosada, tenía un color que era imposible definir. Sus labios eran tan solo una raya debajo de la nariz. Su cuerpo un esqueleto con carne que sostenía la ropa que compraba en cómodas cuotas sin recargo.
Un frío le recorrió la espalda. Quiso llorar pero no pudo, hacía tiempo que había olvidado cómo hacerlo. Intentó sonreír mientras se aplicaba el lápiz labial pero se dio cuenta que no tenía la más pálida idea de cómo hacerlo. Tuvo que conformarse con mover la cabeza.
Se alejó del espejo y miró por la ventana. La gente caminaba presurosa, los autos tocaban bocina. Unos niños gritaban. El cielo gris envolvía todo. A lo lejos se oía una televisión parloteando, prometiendo lo que nunca iría a cumplir.
Miró el reloj, en cinco minutos pasaría el ómnibus. Tomó la cartera, el abrigo, las llaves, se miró una última vez en el espejo y se fue.
Unas diez horas más tarde regresó. Encendió la luz. La casa vacía parecía bostezar. Todo estaba exactamente como lo dejó. Las sillas alineadas a la mesa. El sofá envejecido. Las paredes mudas.
Dejó el abrigo y la cartera sobre la cama y se miró en el espejo una vez más. Estaba casi igual. La diferencia eran unas ojeras que se dibujaban amenazando cubrir toda la cara. Hizo una mueca y se dirigió a la cocina. Abrió la heladera y preparó algo rápido para comer. Encendió el televisor y se sentó a la mesa. Mecánicamente el tenedor iba del plato a su boca. Los ojos fijos en la pantalla. Risas y llantos ajenos inundaban la casa. Al terminar se lavó los dientes y fue a dormir, pero le costó conciliar el sueño.
Repentinamente vinieron a su cabeza imágenes de otro tiempo, cuando era niña y jugaba con otros niños. En ese entonces podía reír y llorar con facilidad. Corría por la vereda, alegre, sentía el viento en su cara que la despeinaba. Sus padres la miraban sonriendo.
En la cama, bajo las sábanas, por fin logró cerrar los ojos. Hubiera jurado que sus mejillas estaban húmedas al despertar. Enseguida se lavó la cara. Tomó un café instantáneo y comenzó a vestirse frente al espejo. Mientras se ponía la blusa creyó ver una cara idéntica a la suya que le sonreía. Pero ella no movía los labios. Le pareció extraño. Tímidamente tocó esa otra cara. Se sorprendió al notar que el espejo estaba acuoso, tibio. Apoyó con un poco más de fuerza el dedo. De pronto la uña desapareció tras el reflejo. Violentamente retiró la mano. La otra cara continuaba sonriendo. Su corazón latía con fuerza. Retrocedió unos pasos. Observó la cartera y el abrigo sobre la cama. Nuevamente miró la otra cara. Lentamente se acercó al espejo. La casa estaba en silencio. Más allá de la ventana se oía una canción desde una radio.
Titubeando apenas, introdujo su mano en el espejo, luego una pierna, la otra mano, el torso, la otra pierna. Finalmente cerró los ojos y se fue.
Andrea Tato
lunes, 11 de noviembre de 2013
Yo, cactus
Grande descubrimiento el de hoy: la poesía de la chilena Alejandra del Río, de esa que se come... YO CACTUS I Yo no soy moderna o tal vez lo soy. Vivo con mi sangre puesta goteando encima de las cosas en una absurda imitación del universo. Yo no llevo guantes ni ropa blanca cuando toco metales cuando escarbo en las miradas y me seduce el olor cuando fermenta. La palabra es una viga donde posan su alma los muertos el verbo una cornisa en movimiento y mi oscura vitalidad el camino que no cesa. Acaso me hablaré de ese silencio. Acaso alguna vez poder vestirme del vacío sonreír desde la mueca. Acaso cegar el mundo con los ojos abiertos. Ser siempre lo que no soy -muriendo en cada intento- a espaldas del reloj que avanza. |
jueves, 7 de noviembre de 2013
Cubierta de próxima publicación
A cargo de la ilustradora Nuria Castro. Esta en principio será la versión definitiva... |
domingo, 3 de noviembre de 2013
Mi próxima publicación: Confesiones de una lǎowài en el país del té
En cuestión de días sale a la luz mi segundo ensayo que será publicado por la Editorial Mandala (Madrid). |
martes, 22 de octubre de 2013
sábado, 19 de octubre de 2013
miércoles, 16 de octubre de 2013
A obstinación da esquiva
domingo, 13 de octubre de 2013
martes, 8 de octubre de 2013
Testigo eminente: la Historia
viernes, 4 de octubre de 2013
Telenatural window or the posthuman eye
Something like dreaming blood in a machine corpus
like kissing wet the pixel world of the empty cage, empty of life, yet full of life.
Scratch my membrane,
smell my open body flesh
deep inside
and you`ll find the navel of tomorrow metal skies.
Wiry images dazzle and dazzle, dance, laugh, as richly and bravely as these skies cry.
like the butterfly that misses her caterpillar condition....knowing that`s the price of change: the spell.
domingo, 29 de septiembre de 2013
Nunca se está seguro
Foto de Rodrigo Forteza, Shanghai, 2012 Una de las primeras lecciones de la vida adulta: que nunca se está seguro. En cualquier momento se nos puede apartar de un estado de seguridad inocente y sumirnos en el opuesto, sin situación intermedia; tan por encima de nosotros se elevan las aguas de nuestra propia imperfección y de la de otras personas. Iris Murdoch La Campana |
lunes, 23 de septiembre de 2013
Movilizando ángulos
las manos que pisan la hierba a mi costado
los labios detrás de la tela
el pelo que se eriza ante los resoplidos del sol
la nariz que te observa cuando tú no me observas
los ojos que oyen aterrados
las bombas que estallan corazones.
sábado, 21 de septiembre de 2013
Perder a alguien es transformarse
Colonia del Sacramento Uruguay |
Uno se transforma en otro cuando pierde a una persona. Cuando uno pierde a alguien, adquiere la necesidad de conservar. Para seguir adelante, explora el pasado. Lo incuba. Lo protege. Tal vez esa sea la razón por la que me dejo llevar; o tal vez sea el alcohol...
• Larsen Michael: La amante virtual, trad. de Ana Sofía Pascual, Madrid, Ed. Alianza, 1996, p.25.
jueves, 19 de septiembre de 2013
Joel Rafael
En Casa del Herrero Lestonnac |
Joel Rafael Lestonnac Joel Rafael: Folk nacido en la madera Es reconfortante cuando el folk se arrima a la naturaleza humana de una forma integral. El músico de San Diego Joel Rafael lo ha confirmado con su calidez y cercanía el sábado 22 de junio en Le Club. Teloneado por los coruñeses En Casa del Herrero, sugerente nombre para interpretaciones también de calidad; Rafael nos gratificó con un pedazo de su oriundo entorno campestre. En su caso, al igual que en otros/as artistas que hacen uso de la crítica social para movilizar a demasiadas conciencias de su eterno standby, esta fusión total con la naturaleza humana pasa justo por ahí, por la artesanía de unir lo político y lo musical; propuesta obligada en estos tiempos muertos, anodinos, apolíticos: “Muchos piensan que la música folk ya fue- declara textualmente en una excelente y poética entrevista realizada por Gordon Johnson (Cahuilla, indio cupeno de la Reserva Pala): pero no es así. Está de camino hacia aquí, es la música de la gente”. Haciendo un sinuoso recorrido por varios de sus álbumes pasando por el último: America Come Home (Inside Recordings 2012), nos deleitó con joyas del folk como su preciosa versión de la conocida Way Over Yonder in the Minor Key, canción que rinde tributo a la mejor literatura rural estadounidense, porque es en la música folk casi como en ninguna otra donde se encuentran y se funden dos hermanas de sangre: la música y la literatura. ¿Cómo olvidar su cándida lírica?: I lived in a place called Okfuskee And I had a little girl in a holler tree I said, little girl, it's plain to see Ain't nobody that can sing like me Ain't nobody that can sing like me De hecho, alguien dijo alguna vez que Dylan ejemplifica como nadie este arte. Sí, es verdad, como lo es también de Woody Guthrie, (cantante al que Rafael rinde constante tributo siendo éste uno de sus rasgos como artista) y luego del concierto de este memorable sábado de junio; también de Joel Rafael. Porque en este cantar-conversar, narra algo más que la historia de su vida: narra las vidas ajenas, las vicisitudes y batallas que enfrentan estas vidas, y todo ello lo hizo en la textura reposada del folk tradicional y la compañía de una fiel armónica, un sólido conjunto acústico, teclado y un particular, algo escindido baterista. En realidad, desde estas húmedas tierras gallegas, poco es lo que sabemos de Joel Rafael, pero sin duda, cuando brota la frecuente pregunta que surge cuando vemos un cartel pegado en una de las tantas paredes que cubren la ciudad: “¿Quién diablos será este cantante?”, si transformáramos esta duda inicial en aventura y curiosidad con más ligereza; hubiera asistido más público a Le Club ese día. Porque el soporte de algo tan cardinal como la música pero al mismo tiempo tan vulnerable debido a las grandes inestabilidades en todos los sentidos, pasando desde las modas a los monstruos económicos; se mantiene en la actitud de aventura ante aquellas bandas o cantantes que no conocemos. Arriesgarse a conocerlos/as es clave para que la rueda comunicativa se mantenga. Sabemos que los comienzos de Rafael datan de los discretos pubs de San Diego y Los Angeles y que formó dúos y bandas diversas hasta terminar en Festivales para miles de personas tanto en EEUU como en Europa. Hace casi dos décadas tuvo el honor de realizar una gira nacional con Joan Baez (el honor fue mutuo) y uno de sus grandes méritos fue participar en el conocido Festival de Kerrville Folk, y recibir el "New Folk Songwriter Award"- "Premio revelación al compositor popular" en 1995. Por otro lado, destaca su fiel participación en el Festival de Folk Woody Guthrie todos los años. Del concierto de este día, queda finalmente por decir que algunas de sus canciones lentas, forjadas en el folk-country más clásico y evocador, son piezas clave para entender dónde se nutrieron y se nutren bandas actuales del folk alternativo como Cowboy Junkies, desde el lejano Canadá, entre una larga lista que aquí no tendría cabida. Sería interesante en este punto, desmontar el corrosivo mito de que lo alternativo es enemigo de lo tradicional, dejar a un lado las astillas de tanto en tanto y valorar los árboles sin talar, los que huelen a madera de verdad. |
viernes, 23 de agosto de 2013
Y si el final
Y si el final
no fuera más que un algo
que se enciende
hacia otra parte.
La fruta
tras el hueso de la fruta.
La caricia que crea
la carne
en su caída.
Foto de Erico Odaka Vanesa Pérez-Sauquillo
Y si el final
no fuera más que un algo
que se enciende
hacia otra parte.
La fruta
tras el hueso de la fruta.
La caricia que crea
la carne
en su caída.
Foto de Erico Odaka Vanesa Pérez-Sauquillo
miércoles, 21 de agosto de 2013
domingo, 18 de agosto de 2013
El diamante
Colonia, Uruguay, 2012 |
Hoy, en una mano burda, instintiva, deforme, he visto el diamante más bello que pueda encender el Milagro...
Parecía vivo y doloroso como un espíritu desolado...
Vi fluir de su luz una sombra tan triste, que he llorado por él y por todos los bellos diamantes extraviados
en manos deformes...
miércoles, 14 de agosto de 2013
Aprendiendo a no callar
Mónica Stanciu |
Una mujer desnuda de Lola Beccaria es un libro necesario para aquellas que nos interesa bucear en el inmenso mar de lo no dicho acerca de la sexualidad femenina. A medida que avanzamos en la lectura, las páginas bailan y el corazón se lanza, pues en este texto está escrito gran parte de lo que no se habla.
Los fantasmas sobre viejos tabúes se agolpan en la niebla densa, mezclándose en ella, para luego liberarse. La sexualidad infantil femenina es uno de estos fantasmas. Hacían falta autoras que cavaran más allá del fondo, ignorando en el camino, barreras inventadas como la del pudor; convirtiendo la revancha en un propósito de hablar, de hablar sin parar sobre lo que nos pertenece por completo: nuestros cuerpos.
No obstante, un heteronormativismo evidente es lo único que podría ser reprochable en su historia. Continúan faltando textos desde donde emergan sexualidades tan únicas como personas somos en esta aventura. Con la misma calma, idéntico desparpajo, pasión por el detalle y sobre todo capacidad de lograr que la memoria y el pecado se inclinen en eterna reverencia ante palabras primerizas.
"No quiero callar esto,
porque los silencios
a veces son cuchillos
con los que matamos
a los que más queremos.
Porque a veces callar
es un crimen infame".
Lola Beccaria: Una mujer desnuda, Barcelona, Anagrama, 2004, p.67.
viernes, 9 de agosto de 2013
Quan es pica de mans
domingo, 4 de agosto de 2013
Romaría Pop
Grampoder |
Una propuesta bullente para la temporada
festivalera
(Artículo escrito en junio, más de un mes antes del accidente, de ahí el optimismo. Todas las condolencias por lo que vino después...)
No era de extrañar un planteamiento “distinto” en lo que a
Festivales veraniegos respecta en manos de la Asociación Desconcierto.
Encontramos
de hecho escasos Festivales donde se conjuguen lo musical, lo lúdico, lo
artesanal, lo culinario y lo natural a partes iguales, y es por ello que el Romaría Pop podría ocupar perfectamente
un privilegiado lugar entre los
Festivales respetuosos con el medio ambiente y abiertos a la infancia, lo que
en tiempos del no kid, constituye
casi una rareza. Incluso diríamos que
aquellas personas que se aferran a la filosofía del no kid, no se sentirían en absoluto “molestas” por la presencia de
criaturas en este Festival, ya que fueron tantas las actividades e interesantes
talleres exclusivamente
para ellas, que éstas estaban demasiado entretenidas para “incordiar”; que por
otro lado es lo que generalmente las niñas y niños terminan haciendo cuando se
aburren mortalmente. Esto sumado a un
paisaje verde y apacible y el místico entorno santiagueño, ayudó a lograr la
buena onda requerida para un Festival de estas características.
Desde un escenario con instrumentos en diminuto donde más de un/a
little artist ofreció psicodélicos (literalmente) conciertos, hasta talleres de
camisetas surrealistas; realmente la pequeña sociedad lo disfrutó en grande.
En cuanto al entorno matutino/vespertino del Festival, condición
indispensable para que la integración de todas las edades tuviera lugar,
desafortunadamente, todavía hay un gran consenso donde se equipara el disfrute
de la música con el fuerte estrés que implica la masificación, el consumo de
alcohol per se y la desestimación del
medio que cobija al Festival en concreto, en este caso un bonito Parque de
Santiago como dijimos: el Parque de
Belvís. Precisamente, si hubiera
algo que reprochar a ciertos asistentes,
sería la extrema ligereza en tirar envases y desperdicios a un desprotegido césped
que no se lo merecía, en absoluto. Pero
como ya sabemos, la concientización es un
proceso lento y trabajoso, esperemos que algún día la gente llegue a entender
que cuidar la naturaleza es tan básico como lavarse los dientes.
Se agradece, que a la manera de los países fríos del norte de
Europa, el Festival se haya hecho de día, aprovechando un tiempo realmente
generoso. Fue inevitable asociar esta
extraña calma en un entorno destinado a la música, con el mítico Treptower Park berlinés, donde las horas
fluyen a ritmo de la música y el picnic.
¿Acaso disfrutar de buena música es sinónimo de noches desfasadas y despertares
resacosos? Es una suerte comprobar que no siempre.
En cuanto a esa otra banda del Festival: las innumerables
artesanas y artesanos, diseñadores/as, artistas…no se puede pasar por alto el trabajo que lleva a
cabo el proyecto Lerole, quienes
reproducen motivos arqueológicos hechos a mano sobre tela, fieltro y
madera. Maravillas para el disfrute de
todas las edades. Como tampoco olvidar a las chicas de Kechulo.com y sus monstruitos tejidos a punto gigante de crochet, o
las pinzas para la ropa pintadas a mano de Antoxo de Toxo, con motivos de etnia/género
también: es decir, chica besando a chica
o chico/a besando a alguien con color de piel diferente. Los jabones de Quenlla continúan siendo estrella, tanto en aroma como en calidad,
destacando los mirinda y mojito. Pero no puedo dejar de opinar que su precio es
enemigo de unos bolsillos desiertos en estos tiempos de crisis
devastadora. ¡Desde aquí todos los
deseos para que proyectos tan fundamentales como estos sigan adelante!
No obstante, ya entrando en materia culinaria, si bien el pulpo y
el churrasco fueron insustituibles, se echó en falta más pienso, és a dir: opciones vegetarianas/veganas, lo cual podría ser
un punto importante a considerar para futuras ediciones.
Empezando entonces ya de
una vez por las notas, participaron en orden de aparición Pedrito Diablo y los Cadaveras,
grupo surf-mex, seguidos por la electrónica ya asentada de Nouvelle Cousine.
En cuanto al segundo Escenario:
el Pequemúsica, el grupo de arranque
fue La Bande Ornytorrinque conformada por Alex Casanova y Marvin B (Mequetrefe). Sobresalieron Los Huéspedes Felices y su refrescante psicodelia instrumental. Luego
les tocó el turno a Espíritu Santo y
su retro pop distintivo seguidos de Los Árboles y sus poéticas letras. A continuación los surrealistas y únicos en su género Fagot y Popota. Wild Balbina también destacaron principalmente. Estas chicas tienen fuerza, gran destreza
cocktelera en estilos tan dispares como el punk y el naif pop, pero sobre todo
tienen conciencia de género, de ser
mujeres en un mundo dominado todavía por la trilogía HOB (Hombres occidentales
blancos). Para recordar lo que lanzó la
vocalista en el medio del concierto:
“Os animamos a las chicas a salir al escenario, ya que aquí sois más de la
mitad…”. Casi por último, sobresalieron también los entrañables Grampoder, quienes tuvieron en sus
primeras filas una pandilla de fans nuevamente en pequeño que no pudo ser más apropiada. Y ya de lleno en
el final, desde Pontevedra Unicornibot,
excelente banda para finalizar un Festival de este calibre. Franqueza de alto volumen desplegada en entorno
abierto y verde, siempre verde.
domingo, 28 de julio de 2013
(Un) happinness
Tender sight por Zaida Fernández
Certain things indeed I have learnt here:
for instance, that my happiness has a sad face,
so sad that for years I took it for my unhappiness and drove it away.
Iris Murdoch Under the net
Certain things indeed I have learnt here:
for instance, that my happiness has a sad face,
so sad that for years I took it for my unhappiness and drove it away.
Iris Murdoch Under the net
viernes, 19 de julio de 2013
Haiku d'era Garona
lunes, 8 de julio de 2013
Los versos de la nulípara
No son de rosa, miel y nota
Son de hongo, ajenjo y latido
Nacidos del no-nacer,
sus llantos despedazan
la frontera con el mundo.
Rompen los gritos
que los señalan y obligan,
en añicos de dolor invertido.
Son como alimento de polilla
que marcan su presencia
con la huella que deja el agujero.
A veces, también crecen.
Como buenos vástagos del deseo más puro
polimorfos en apariencia
persiguen no obstante una causa común:
perpetuar su guerra con el horror del mundo.
En una huelga eterna que busca
descubrir el germen de la balanza quebrada
donde se gesta la tiranía de la vida.
Siendo por ello todo menos eso: versos.
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