martes, 30 de diciembre de 2014

My own milky way

 Mumamel



Un condón rosa chicle refulge en una esquina de la vereda.
El nudo que guarda su blanco contenido es la metáfora más límpida
 
de un derecho secuestrado, la decisión.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Fausta soledad



La lectura permite descubrir al otro conservando esa profundidad que sólo se tiene cuando estás sola.


                                                                  Amélie Nothomb

viernes, 28 de noviembre de 2014

Maromas

La fuerza y la búsqueda, mis dos musas

miércoles, 26 de noviembre de 2014

El país de

Vigo


Como en "La doble vida de Verónica", soñaba con que un día apareciera su alter ego de la forma más inesperada.

A la vuelta de una esquina, de noche, en una callejuela estrecha y fétida o en el café Majestic, quién sabe.  En la sala de espera de un pringoso masaje, o de un tratamiento arriesgado para calmar la picadura intensa de la piel, por ejemplo.  En una frutería pakistaní o en el cementerio.

En su obsesivo nomadismo, nunca tuvo tiempo para disfrutar completa y tranquilamente, de los pequeños cambios que la rodeaban.  El crecimiento algo torpe e ineludible de su vecino adolescente, las humedades fundiéndose, furtivas pero decididas en las ropas de su apolillado armario cuando llegaba el frío.  Intentaba respirar, y no recibir ese oxígeno denso, opresor, como un bloque de sulfuro sólido, pues no sabía qué hacer con él.

Intentaba también masticar el alimento y no engullir como si fuera una famélica.  Pero la próxima ruta no entiende de esperas, ni del exquisito arte de contemplar durante horas las musarañas.

El destino, el próximo destino apremia y seduce, con su alfombra digital de ofertas a cual más apetitosa y conveniente.  No estaba dispuesta a dar su brazo a torcer, ni a dejarse llevar por la acechante y provocadora rutina.

Algún día la encontraría.  En Berlín, en Montañita o en Managua.  Muerta o viva, en hueso y carne, pero aquí, de este lado del espejo.

Llegaría el momento de encontrarla...               de encontrarse.



domingo, 23 de noviembre de 2014

Ponencia



Un relato peculiar y centelleante del escritor uruguayo Javier Couto, de esos protagonizados por los mejores animales, los no humanos:

Ponencia
 
Se sabe, un mono con corbata es ante todo un mono respetable. Estupefacción inicial en el vasto anfiteatro cuando Soni, trajeado a ultranza y con corbata de seda, irrumpe peludamente y a saltito corto en la magna sala. El primero en ponerse de pie y decir pero qué sucede aquí, esto es un atropello, es el jefe de cirugía Pedro Cornugatti, pero ya Soni al lado del micrófono, señores, si me permiten, por favor vuelvan a sentarse, Randal Keynes ha sufrido un sofoco a causa de los calores tan propios de éstas, vuestras latitudes, y me ha encomendado que lo supla en esta importante conferencia, les pido tomen asiento.
Al jefe de cirugía lo terminan de convencer la antropóloga Lucy Pómez y el famoso psicolingüista Esteban Rosadilla, cuyo modelado de la producción morfológica en base a un álgebra de procesos mentales ha sido motivo de malentendidos, discusión y envidia durante la última década.
Soni no parece intimidado frente a las cuarenta y ocho eminencias que lo observan en silencio. Indiferente a su condición de chimpancé ajusta el nudo de la corbata de seda y dice con voz chillona pero digna me he tomado el atrevimiento de modificar el tema de la ponencia, estimados colegas, quisiera versar esta ilustre noche sobre la influencia de la Luna llena en el sapiens sapiens. Silencio en la noche. Alguien tose dos veces. Pero esto es totalmente absurdo, me sacan ahora mismo a ese mono de ahí arriba, opina al fin el cirujano Cornugatti, que es silenciado por un unánime chistido de la sala, curiosa ante el contenido de la ponencia o quizá por su orador, mientras el famoso psicolingüista susurra a Lucy Pómez que la dicción del primate es digna de elogio y misterio.
Pues bien, amable audiencia, asumo inútil recordar aquí la innúmera lista de estudios correlativos tendientes a mostrar el aumento vertiginoso de los actos de violencia en noches de Luna llena como la de hoy. En el último artículo que publicamos con Randal —crece un murmullo en la sala, que Soni aplaca carraspeando y levantando la voz—, desarrollamos la analogía entre los mares y los fluidos del cerebro. El poder de la química cerebral —pausa enfática, Soni baja un poco sus anteojos para pasear la mirada por la sala— no es ignorado por nadie aquí presente. Esto es una payasada intolerable, dice Cornugatti a la antropóloga Pómez, tenemos que hacer algo para librarnos de este simio. La sala vuelve a chistar, la eminente antropóloga la observa como pidiendo perdón por la actitud del cirujano, mientras Soni continúa citando de memoria los últimos estudios en el área. Curioso cómo recuerda tantos nombres de autores, escenarios detallados de experimentaciones, porcentajes, Soni genera asombro en la gran sala, salvo por el jefe de cirugía, que se limita a murmurar que no fue allí a ver cómo un mono le vende espejitos de colores. Ese artículo es puro invento, murmura repetidamente, mientras busca con la mirada un cómplice en el anfiteatro. Es la envidia, dice Rosadilla a la antropóloga, déjelo que se le va a pasar. ¿Ha visto la motricidad fina del primate? Es prodigiosa.
Por todo esto, estimados colegas, al acercarse la Luna a la Tierra, suben los fluidos cerebrales, poniendo los pelos de punta del sapiens sapiens y generando reacciones violentas incluso en sujetos que uno no diría jamás.
Este galimatías se termina acá mismo, grita el cirujano Cornugatti al tiempo que se pone de pie y hace volar de una patada la silla, que llega a escasos centímetros de Soni. Este simio se retira ahora mismo de aquí.
Es triste ver cómo ciertos desenlaces obedecen al tiempo como el cuerpo a la muerte. Con un cabeceo discreto dirigido a la antropóloga y al psicolingüista, Soni consigue que ambas eminencias sujeten al jefe de cirugía. Cuatro colegas más se unen para recuperar la silla, volver a sentarlo y por fin lograr que quede inmóvil, mientras Soni comenta con voz tranquila, aunque siempre chillona, que en noches de Luna llena los integrantes de la tribu Timbuki, nativos de la estepa de Namibia, suelen empalar un chimpancé junto a una hoguera mientras danzan hasta la madrugada bajo cantos regidos por el brujo de la tribu. Qué pena que se les haya escapado este mono insufrible, grita Cornugatti mientas intenta zafarse de sus colegas. Los voy a denunciar a todos, del primero al último y ese mono con suerte termina en un circo. Soni, algo triste, mira hacia una ventana por la cual se puede ver la Luna llena. Dictamina, luego de reflexionar en silencio unos segundos, que, aunque le pese profundamente, lo mejor será amordazarlo, a lo cual las eminencias se disputan por tener el honor porque el jefe de cirugía les ha causado un espectáculo digno de vergüenza al interrumpir y ofender a tan meritorio disertante, que vuelve a ajustar el nudo de su corbata y ya retoma su discurso con una voz que no es la misma.
El instrumento que se usa en el empalamiento, señores, es una larga estaca como ésta que he traído, véanla, no tiene misterios ni fisuras, y mantengan así a nuestro admirable cirujano, tan interesado en los circos y en el trato que los chimpancés reciben de la tribu Timbuki. Inútil que Cornugatti forcejee de esa manera, el psicolingüista, la antropóloga y las otras cuatro eminencias obedecen con devoción a Soni, lo miran descender de la tarima, canturreando una melodía gutural y extraña mientras se acerca casi como bailando, de traje y corbata y sonriente, se acerca estaca en mano al jefe de cirugía que dice —se adivina entre los bufidos— que tampoco es para tomárselo así, que él admira a Randal Keynes, que dónde quedó el espíritu crítico, el sentido de la ciencia, la dignidad entre colegas, y otras fórmulas muy oportunas y siempre bienvenidas en eventos de esta naturaleza.
 

jueves, 13 de noviembre de 2014

Divina enfermedad



Leo.  Es como una enfermedad.  Leo todo lo que me cae en las manos, bajo los ojos: diarios, libros escolares, carteles, pedazos de papel encontrados por la calle, recetas de cocina, libros infantiles.  Cualquier cosa impresa.

                                                                     Agota Kristof

jueves, 6 de noviembre de 2014

Fabricar el momento




¿Fabricas el momento?

Exactamente, porque, de hecho, formamos parte de la realidad, y si no somos conscientes de ello, somos completamente irresponsables.  Somos una realidad productiva.  Somos la realidad, pero esa parte de la realidad supone que tenemos que producir otra realidad.


                                              AI
                                           WEIWEI

Conversaciones, Hans Ulrich Obrist, Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2014, p. 18.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Naces

Andrea Latorre




naces (esta palabra que é de sangue)

Chus Pato

viernes, 17 de octubre de 2014

A Kimura Kenjo



Hermosa carta escrita por Natsume Soseki y dirigida a Kimura Kenjo:

                                25 de agosto, 1914


Me complace saber que estás mejor  
de salud y espero que pronto visites de 
                                                               
nuevo Kobe para la práctica zen.  En
cuanto a mí, todo sigue como de cos-
tumbre (...) ¿Estás en la cama con este
calor? Según la enseñanza zen, guardar
cama también es zen, ¿verdad? Yo a ve-
ces me distraigo, así que duermo una
siesta después del mediodía: parece
beneficioso para mi mente.

Natsume Soseki: Haikús zen-Poemas y cartas, Edición de Soiku Shigematsu/ José J. de Olañeta, traducción de Angela Pérez y José Manuel Alvarez Flores, Palma, Centellas, 2012, p. 49.

                                  

domingo, 12 de octubre de 2014

Cuando la buscas no la tienes y si...



En aquella ciudad, nuevamente, el cansancio de caminar por calles que desde el décimo día, casi aprendió de memoria.
El impulso no tan pequeño de tenderse bien arrimada a este o cualquier mendigo.

Un cambio de piel para otra vida en tránsito.  Más cáscaras donde buscar con el empeño de quien disecciona un reloj con intestinos de pájaro, sentimientos y emociones que parecen existir en algún lado; pero fuera de los contornos del mapa.  La ciudad esta vez se llama Cape Town y se ríe, no para de reírse mientras contempla cómo las Diosas ponen la mesa, como de costumbre, con mantel blanco.

(Table Mountain es la mesa, y las nubes el mantel blanco).

Poco después, con amargura, ve cómo se aleja "the bus for us" y piensa en las patadas crueles de la diferencia, que amontona y separa en colores, formas, grosores...

Se acaba el mini "pie" de riñones comprado con prisas en un Seven Eleven, seguramente otra herencia más afrikáner.  Necesita sentir pegado al cuerpo su cinturón de viajera, invento de su madre. Todavía no ha pasado la línea que la cerca en su condición.  Quizás, al final de Long Street, otro sellado más en su hoja manoseada de la experiencia... o la felicidad.

miércoles, 8 de octubre de 2014

La bicicleta

Nuevamente, tengo el agrado de publicar el microrrelato ganador del accésit en el III Concurso Nacional de Microrrelatos de Baños de la Encina escrito por Ton Pedraz, quien participa en nuestro taller de creación textual. En este pequeño texto se refleja la importancia de condensar buena parte de la tensión en las dos últimas líneas.  Un buen final lo modifica todo, más en cuentos tan reducidos.  En este caso el final puede tardar en comprenderse, pero una vez asimilado, se siente ese mismo efecto de observar un cuadro en varias dimensiones.  El cuerpo que habla desde otro lado, cuando ya ha dejado de ser cuerpo.  
                                           La bicicleta

Pegué la nariz contra el escaparate de la librería y allí estaban, sin que la clientela pareciera darse por aludida.
Don Quijote aleccionando a Sancho, el Lazarillo hurgando en el bolso de una clienta que ajena consultaba un glosario de poesía, Ajab afilando su arpón junto a la vitrina con las últimas novedades, Julieta dejándose enamorar por Romeo, al pie la estantería de literatura juvenil...
A mi espalda un murmullo inquietante hizo que me alejase de aquel cristal mágico.
Frente a la librería, una multitud cabizbaja susurraba lamentos en torno a mi bicicleta nueva, aplastada bajo las ruedas ensangrentadas de un camión gigantesco.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Nacer es comenzar a morir




Su madre vino entonces, pues el cuerpo había nacido de ella y nunca podría serle extraño, pues aquel vacío que había brotado de sus ojos no era Viat.  Reconoció su muerte, prendiéndole el kiom en su desgarrada chaqueta, que ella misma había modelado el día que lo dio a luz, pues nacer es comenzar a morir.  Mientras Viat no hubiese entregado su corazón, ella guardaba el kiom para ofrecerlo.  Dejó el pelu tenuemente encendido en el centro del kiom, porque Viat había muerto bienamado.  El que muere bienamado camina derecho y seguro por el sendero de los Ocultos, gracias a la luz de su pelu.  Si se le quita esa luz, vagará siempre, a tientas, entre la oscuridad del kiom sin luz.

                                                    Zenna_Henderson     Cosas

martes, 2 de septiembre de 2014

Las canas del poder




Y dijo: Algo así como que aquello que molesta (enciende) al poder, no son la relaciones homosexuales en sí, sino algo abarcador, protector, de todas las transgresiones en realidad:
                                                                              La amistad

Ah! Y el hombre que lo dijo: Foucault.

lunes, 18 de agosto de 2014

The New World

By Nuria Castro



del poemario, The Girl With the Cactus Handshake, (Templar Poetry, 2009)
Versión en español de Rosanna Moreda
Ilustración de Nuria Castro
The New World                                                          El Nuevo Mundo  
I live in Ana’s caravan,                                               Vivo en el remolque de Ana,
strew it with poppies and moss.                              salpicado de amapolas y musgo.
She adds cornflowers, cow parsley,                        Ella agrega acianos, perejil salvaje,
liking colour, greens and blues.                               colores que gustan, verdes y azules.
I position the van towards the moon.                    Posiciono la furgo de cara a la luna.
 
She’ll sleep here                                                          Ella dormirá aquí
or in the woods.                                                          o en los bosques.
I can never be sure,                                                    Nunca puedo saberlo,
but if it’s a night when she’s playing                       pero si es una noche en que juega
with wolves, I undo the latch                                   con lobos, abro el pestillo

and sew. 
I cover her bed                                           y coso. Cubro su cama
in Kente cloth and matted grass,                             con paño Kente y hierba enmarañada,
find a pink Formica table                                           cojo una mesa rosa de fórmica
from a seaside café that’s selling up,                      de un café de la costa que liquida,
place it by the window,                                             la pongo al lado de la ventana,

so she can paint the stars                                          así ella puede pintar las estrellas
by numbers. I leave her                                             como se debe. Le dejo
offerings of a bamboo bar,                                       ofrendas  como un bar de bambú,
a solar-powered record player,                                un tocadiscos solar,
scratched jazz.                                                             scratched jazz.                             

I love to watch her dance,                                         Me encanta verla bailar,
how quetzals lift her step,                                         el modo en que los quetzals la elevan,
lizards pull her to the ground.                                   y las lagartas la devuelven a tierra.
I cook a dish of cacti,                                                  Cocino un plato de cacti,
leave it steaming at her feet.                                    lo dejo humeante a sus pies.    

sábado, 9 de agosto de 2014

Un libro que son doce

Xesús do Breogán, Finca Galega, Alfoz
Una docena de autoras y autores con obras publicadas durante el 2013. Un libro digital de los primeros capítulos de cada una de estas obras, con el objetivo de descargarlo gratuitamente. Para aquellas personas interesadas en una futura compra de las obras en cuestión donde yo participo con un ensayo sobre literatura de viajes (mi vida en China durante un año): Recapitulando 2013: Doce meses, doce autores, un libro… está disponible en Amazon.








lunes, 21 de julio de 2014

Linda y los lobos de mar



Veinte años después

todavía estalla
en nervio dinamita

cuando un ademán la acecha
impetuoso
más cerca, más enérgico
de lo esperado


pero camina descalza
y crujen las dunas...
por las noches, compone
la canción de la huida
no se acaba más
esta canción de la huida.

como respuesta al silencio
que reclama la tribu


se levanta al primer quejido
de la gaviota hambrienta
y busca su golpe
busca curar su golpe,
hematoma furioso
en su destierro.

Saben que vive sola, que envió
a sus hijas al otro lado del Río
que se alimenta de espinas
y le huye al agua
porque los días muchos
en que sentía su puño
seco como cráneo
en sus ojos
en su estómago...
la tribu la sumergía 
para que se calmara
en el Río...


Cuánta sangre lavada
Cuánto Río de Plata
pero sin agua, para contarle
a sus nietos.









viernes, 18 de julio de 2014

Juguete de otros

Mumamel




se derretía
la androide
cuando despertó.

sábado, 12 de julio de 2014

Adiós Adiós

By Andrés Mariani



X. Childe-Harold tenía una madre, y no la había olvidado, pero evitó el despedirse de ella.  Tenía una hermana querida, pero no la vio antes de dar comienzo a su larga peregrinación.  Si tenía amigos, no abrazó a ninguno de ellos.  No deduzcáis de aquí, sin embargo, que su corazón era un corazón de acero.  Vosotros, los que sabéis amar, probaréis cuán cruelmente estos adioses destrozan el corazón de los que esperan que calmarán sus pesares.

LORD BYRON


lunes, 7 de julio de 2014

Gràn

Distrito de Zhapei, Shanghái, 2011 (a pocos pasos de lo que por un tiempo fue nuestro hogar)







                      Grande es algo más
                      vence
                      cuando lo invisible
                      logra talla
 

viernes, 4 de julio de 2014

¿Invasores?

Olot, 2013




Comparto este microcuento de uno de los participantes del Taller de creación textual que actualmente imparto, quien ha sido premiado con el segundo premio en la II Edición de Microrrelatos del  Museu Marítim de Barcelona:




¿INVASORES?

-¡Papá, papá, vienen los vikingos! –afirmó el niño señalando a la lejanía.
-No hijo. ¡Ya no hay vikingos! –aclaró su padre, retirándose las gafas de lectura.
-Sí papi, son ellos –insistió el chaval-. Navegan en un drakkar. Mira esa enorme vela y cómo agitan las dos grandes filas de remos. Creo que se están preparando sobre cubierta para invadirnos.
-¡Hijo, qué ya no existen los vikingos! –exclamó el hombre ante la terquedad de aquellos seis años.
El pequeño, dubitativo, oteó la lejanía con la esperanza puesta todavía en el equívoco de su padre.
Cuando alcanzó la orilla aquella balsa destartalada, mantenida a flote a base de remiendos y expectativas, una docena de jóvenes de color extenuados saltó eufórica sobre las olas para besar la arena. 
Por fin habían logrado convertirse en conquistadores de un nuevo mundo. De una nueva vida.

domingo, 29 de junio de 2014

Despatentando pero citando


Sexy Chix   Dark Horse Books 
Poner patentes a licencias sobre el software es como poner patentes sobre las recetas culinarias.  Nadie podría comer a menos que pagara por la licencia de la receta.

Richard Stallman


miércoles, 18 de junio de 2014

Puede llevarse el tenedor, gracias

Thiebou Djeun



Acostumbrada a vivir lejos de aquí, querrás-sigo apostando con Daba-mesa, plato, silla y tenedor. Es más cómodo, dirás. Pero no te haré caso. Te colocaré en una alfombra, encima, un gran tazón humeante donde tendrás que soportar que coman otras manos.  Quizá te sienta vibrar bajo el rígido caparazón que llevas desde hace tantos años, bajo tu mueca escéptica, bajo tu desparpajo.  Quisiera tanto oírte frenar o alimentar tus impulsos como antes y, como antes, verte participar en la búsqueda de un camino...



Mariama Bâ: Mi carta más larga, trad. de Sonia Martín, Madrid, Ed. Zanzíbar, 2003, p.140. 

miércoles, 4 de junio de 2014

Prenda delicada



Foto y texto (Prenda delicada) by Iria Otero



Comida performática, cinexines comunitarios, amistades unidas por el píxel y mucho más (aunque cueste creerlo, aunque no lo parezca), viajes (éx)timos... sueños donde una máquina te mide el ronquido que ya nadie escucha, porque duermes sin compañía.

Y entre todo esto, escritura donde se increpa al límite, a la prohibición, como si fuera cosa del tiempo aquel donde los colores eran firmes.  Ahora, el intento desbordado de decir al modo único, al universo interno que evoca ese órgano que habita solo en ti.

Indefinibles, extraños, tecnológicos por fuera, pero orgánicos, terriblemente orgánicos por dentro; son los micro textos de la coruñesa Iria Otero, quien escribe cuestionando desde el mandato del hardware, de la tecla que se impone, de ese símbolo frío en apariencia, pero que supura software debajo... litros de humor, ironía pacífica ante lo impuesto y sentimiento, sentimiento.

PRENDA DELICADA

Pequena Amelie, se espertaches e xa é polo día, lémbrate de ir á lavandería:

Hoxe non leves o vestido branco, xa es maior...Colle o que atopes, o máis colorido, o máis alegre, o máis atrevido...
Hoxe vas abandonar o programa de prenda delicada sí, así que despídete das túas prendas brancas e incoloras...
Hoxe toca un centrifugado urxente, una mestura rápida a 90º acompañada de tódalascores posibles ...

Hoxe vas deixar de ser unha prenda delicada...

Mamá*

Iria Otero
On September 13 2007

* Iria Otero es participante del taller de (co) escritura creativa que actualmente imparto.


















viernes, 30 de mayo de 2014

Spring writing workshop

Nuria Castro



Continuamos aprendiendo de las palabras, ensimismad@s... al calor de cafés viejos y de nuevos descubrimientos como el bar "El Holandés Errante", escondido en la calle Vista de A Coruña.  Te esperamos. 


martes, 27 de mayo de 2014

Mujeres cuidadoras de vidas

Bodhisattva en una playa de la isla de Putuoshan, Provincia de Zhejiang, China



He conocido a ingenieros que querían ser pintores, maestros que deseaban ser músicos, artistas que querían ser ingenieros, diseñadores que querían ser cocineros, repartidores que querían ser peluqueros, profesores que querían ser empresarios y personas que querían ser algo distinto que les costaba describir; pero, sobre todo, mujeres cuidadoras de vidas a las que se les pasa la suya tan rápidamente que lamentan no haber podido aspirar a ser también para sí mismas.


                                    Remedios Zafra

jueves, 22 de mayo de 2014

Sorpresas de esas impresas en el corazón que mira


Como un pingback (blog As Crebas del arrebatador poeta de Costa da Morte Miro Villar).
                                          

sábado, 17 de mayo de 2014

Cambios y ceremonias

Agradezco a Julia Sánchez-Cerezo el "pase" de esta foto cuya procedencia desconozco.  Yo solo afinaría esta potente estampa con lo obvio: que hay bastantes excepciones.  "Bastantes", excepcionales excepciones en lo que respecta a la fotografía de la izquierda, aunque todavía no suficientes...


El odio de los chicos era peligroso, era penetrante y vivo, un legado prodigioso, como la espada de Arturo arrancada de la piedra del libro de lectura de séptimo. El odio de las chicas, en comparación, parecía confuso y lacrimógeno, amargamente defensivo.  los chicos se te echaban encima en sus bicicletas y hendían el aire por donde habías pasado, grandiosamente, sin piedad, como si lamentaran no tener cuchillos en las ruedas. Y decían cualquier cosa.
Decían, en voz baja: "Hola, furcias".
Decían: "Eh, ¿dónde tenéis el agujero de follar?", con un tono de alegre repugnancia.
Decían cosas que te arrebataban la libertad de ser lo que querías, te reducían a lo que ellos veían, y eso solo bastaba para provocarles arcadas.  Mi amiga Naomi y yo nos decíamos: "Haz como que oyes llover", ya que éramos demasiado orgullosas para cruzar la calle y evitarlos.  A veces les contestábamos a gritos: "¡Id a lavaros la boca en el abrevadero, que el agua potable es demasiado buena para vosotros!".
                                  
 Alice Munro: La vida de las mujeres, trad. de Aurora Echevarría, Barcelona, Lumen, 2011, p.173.

viernes, 9 de mayo de 2014

El vigilante

By Nuria Castro
Un microcuento, una suculenta reflexión del más allá (o el más acá) escrita por un participante del Taller de (co)escritura creativa nómada que actualmente imparto:



EL VIGILANTE


Le deseé que tuviera un buen turno, pero como de costumbre no respondió. Inició su ronda entre todos nosotros, ignorándonos una noche más. A pesar del desplante, mi enojo no fue en aumento, pues sé que el tiempo corre en su contra para acabar siendo uno de los nuestros.

Tal vez ignora que disponemos de toda la eternidad.

lunes, 5 de mayo de 2014

En veinte años


Crudo como ceviche de hormiga

como despertar en camilla y viva

como nacer...

                              

como un poema de Elke Erb

                                         

En veinte años



me pondré vieja, ¿eh? Es decir, achacosa,
debilucha, tendré lagunas de memoria,
de percepción, más que casuales, sí seguro:

sistemáticas, casi.
Los tales agujeros, como apolilladuras,

serán por otro lado, sin embargo,
concentraciones de tejido-pero sólo agujeros para mí-
indisolubles,
impenetrables nudos.  Y yo en medio.

Desde que puedo pensar, un vocerío siempre,
cuando consigo ir a alguna parte, de alguna parte
(inesperadamente) a alguna parte.

Habré compuesto, hilado, este ir,
de por vida, en un texto, pluscuamperfectamente.

Así percibiré, con todo, de modo duradero también,
cada vez más agudo, más rápido que ahora & de por vida,
lo que, espesado, permanece,
en tanto que yo amenguo.

Amenguo, me paro más y más, de pie, me pasmo
y se acabó.  Me doy la vuelta, ¿igual que ante puertas cerradas?

Estar ausente, al fin, igual que siglas
de perspectivas que me rebasaron

estando ya en el mundo, de pasado imperfecto.
Valor de soldado en campaña, resignado a su sino.

Igual que comadreja, que sea, claramente,
lo mismo que el arroyo: agua resplandeciente.

No escucharé las cosas indigestas
que se digan.  Materia pura, cállate.

Agujeros semánticos, dura traba del ser
(inalcanzables bocados de contrarios).  Sirven,
unidos entre sí, como una jaula

(o sólo los enlaces, sin nudo), y allá adentro,
metido en un rincón, el pollo intimidado

(y que revolotea, si alguien viene,
con alas recortadas.

Como acosado.)
Como aterrorizado.

Las miradas de la anciana, pequeñas, se deslizan,
a menudo lo he visto.  Así anda errante,

estupefacta,
pues no es ya la perdiz de las estepas.
Ça ira.



jueves, 1 de mayo de 2014

miércoles, 23 de abril de 2014

L'homme de pouvoir

Mascota milica, Kyoto 2009




 De même que le possédant est possédé par sa possession, l'homme de pouvoir est sous la dépendance de ce sur quoi son pouvoir s'exerce.

Hegel

domingo, 20 de abril de 2014

Alimento de esquina

j

Abrazando, despidiéndonos, seguir sintiendo en esa línea fina
esa línea fina que separa una vida de otra.
La línea de la mitad del mundo.
Escucha las cuerdas
pasa la página amarilla
que cruje
                                              crak crak
la nota, sí... la nota que se va, ese violín que se escapa.
toca apretando, siente tus dedos dejando marca
 con placer    sin dolor


huele la sangre
tu sangre negra
es tu sangre


oye la risa del más allá
sueña con ella, sampléala.

Y mientras tanto come, no lo dudes, come
el pescado de verdad, la perla del mar, arenosa
manteca de sal
mano a mano, sentada en la piedra
o bajo el sol, al costado del viento
en la vereda mojada
donde quieras, pero come.

En Costa da Morte o en Hokkaido
En Punta del Diablo o Waikiki.

Que el tiempo se acaba y este acto de comer
esa manera pequeña, barata y amiga de comer
ya es ilegal.

jueves, 17 de abril de 2014

Dance, dance, dance

Foto de Andrea Latorre





Dance, dance
otherwise we are lost...

Pina Bausch

sábado, 12 de abril de 2014

Recapitulando 2013




                          El primer capítulo de mi último ensayo
Confesiones de una lǎowài

en el país del té

en esta antología promocional en la que participo junto con otras/os once escritoras/es, descargable en Amazon.


martes, 8 de abril de 2014

Egoísmo




Pero no esa falta sana que llaman muerte
es más dura la existencia inflada de vacío
y el peso de ese aire extraño en las agallas

la delgada línea roja que separa un mal acto del calor.
El pánico de descubrir filo incluso en la cuchara.
O unión entre el crimen y la leche.